La Dana del pasado 29 de octubre ha marcado un antes y un después en Catarroja, sobre todo, en su comunidad educativa. Casi tres meses después del terrible episodio de lluvias, este municipio de l’Horta Sud continúa trabajando para superar los daños ocasionados por la riada, pero la falta de certezas sobre la reapertura de los centros educativos preocupa a las familias. Por ello, el ayuntamiento, capitaneado por la socialista Lorena Silvent, solicita a la Conselleria de Educación “un plan concreto con fechas específicas” que permita recuperar cuanto antes la normalidad académica.
En declaraciones a Valencia Plaza, la alcaldesa de Catarroja señala que, aunque se está avanzando en la reconstrucción de los centros educativos, los plazos marcados por la conselleria para la finalización de las obras no son lo suficientemente claros. “Pedimos celeridad porque sabemos que se está trabajando, pero no tenemos un plan de trabajo detallado. Las familias necesitan saber cuándo podrán sus hijos volver a clase con normalidad, y nosotros no podemos informarles porque Educación no nos da esas fechas”, explica Silvent.
Hasta el momento, solo el CEIP Vil·la Romana ha conseguido retomar parcialmente la actividad, puesto que la semana pasada acogió a alumnos de 4º, 5º y 6º curso mientras continúan las obras de rehabilitación. Sin embargo, otros centros como el colegio concertado Larrodé siguen pendientes de la llegada de módulos prefabricados. En cuanto al CEIP Berenguer Dalmau, su alumnado está repartido entre dos centros provisionales en Picassent y Mislata.
Por su parte, el Conservatorio de Música cuenta con la infraestructura limpia, pero sigue sin fecha para la instalación de un suministro eléctrico provisional que permtia el uso de las aulas no afectadas. “El conservatorio ya está limpio, pero falta instalar un cuadro de luz para que, al menos, puedan recuperarse las clases en la parte alta del edificio”, detalla la alcaldesa a este diario.
Abril, ¿un mes clave?
Silvent también subraya cómo esta falta de planificación afecta al día a día de las familias y los estudiantes, especialmente, a quienes cursan el final de la etapa educativa. “Los alumnos están abandonados, sobre todo aquellos que afrontan el final de etapa. Muchos no tienen acceso a las clases de forma presencial y están en el limbo académico”, lamenta.
En ese sentido, una de las mayores quejas expresadas por la alcaldesa de Catarroja radica en la improvisación en la ubicación temporal del alumnado. En la actualidad, algunos estudiantes reciben clase en horario vespertino y en instalaciones como el complejo universitario La Florida, lo que ha trastocado por completo las rutinas familiares. “Si tienes clase por las tardes, ya no puedes ir al conservatorio o hacer actividades extraescolares. Esto está afectando a la conciliación y al bienestar de muchas familias”, añade.
Según la última información facilitada por la Conselleria de Educación, la llegada de módulos prefabricados al espacio Clara Campoamor, acondicionado por el Ayuntamiento de Catarroja, podría producirse en el mes de abril. No obstante, esta previsión está lejos de ser la definitiva. “Primero nos hablaron de enero, luego de abril. La conselleria nos dice que los módulos tienen que fabricarse y cumplir con los estándares de seguridad, pero mientras tanto las familias y los alumnos están desamparados”, afirma Silvent a este diario.
La alcaldesa insiste en que la solución temporal de las aulas prefabricadas debe ejecutarse sin más dilaciones y con las máximas garantías. “Si las aulas son de buena calidad y están bien distribuidas, podremos garantizar una solución digna mientras se rehabilitan los centros. Pero necesitamos que lleguen ya”.
Transparencia para generar confianza
Desde el Ayuntamiento de Catarroja, insisten en la necesidad de disponer de un calendario claro que permita informar a la ciudadanía sobre los avances en la rehabilitación de los centros educativos. “Si tiene que ser el 30 de abril, que se diga con antelación. Lo importante es que haya un horizonte claro, para que las familias sepan cómo y cuándo se está trabajando”, añade Silvent.
A pesar de las dificultades, la alcaldesa valora “de forma positiva” la coordinación con la Conselleria de Educación, aunque señala que los trámites burocráticos están ralentizando los avances: “La comunicación es buena, pero hemos vuelto a caer en procesos administrativos que están alargando los plazos. Necesitamos soluciones más rápidas y efectivas”.
Catarroja, del mismo modo que otros municipios afectados por la Dana, sigue avanzando para superar los retos que dejó el temporal. Aunque el camino por delante no es sencillo, el ayuntamiento confía en que la colaboración con la conselleria permita dar pasos firmes hacia la normalización educativa, devolviendo la estabilidad que tanto necesitan sus vecinos.