ALICANTE (M.G/EFE). No ha sido fácil la jornada del sábado para Ciudadanos. Compartir cartel en Alicante con los líderes de PP y de PSOE, y hacerlo sin Albert Rivera, y además de tener que vender un mensaje. Y quizás el invitado menos esperado al acto celebrado en la Universidad de Alicante haya sido que haya aportado más clarividencia y novedad a la oferta electoral de la formación naranja. Y éste ha sido Marcos de Quinto, el ex vicepresidente mundial de Coca-Cola, y flamante número dos por Madrid al Congreso de los Diputados. Y si el mensaje de Quinto ha aportado más frescura quizás sea porque la retahíla de Toni Cantó sea más conocida en la Comunitat, porque en resumidas cuentas se dedica a pronunciar una decálogo de ideas en todos sus actos, o porque Inés Arrimadas habla más en clave nacional o de Cataluña.
De Quinto ha presentado a Ciudadanos como verdadera partido reformista, en comparación a PP y PSOE, "que se han dedicado a negociar con los nacionalismos". "Ciudadanos es el único que puede abrir el cajón de las reformas, y el único que puede permitir que el nacionalismo no mande en este país y no haya oscurantismo en la negociación de los cupos", ha afirmado. El ex vicepresidente mundial de Coca-Cola se ha presentado como un caso atípico en la política. "He estado 37 años en la empresa privada y me dejé de quejar para irme a Ciudadanos. Coca-Cola es una empresa que factura más de 28.000 millones de euros, más que el presupuesto de alguna autonomía; tiene 120.000 trabajadores y está presente en más de 200 países. ¿Que sorprende mi caso? Lo que más sorprende es que el jefe de gabinete de Sánchez sea el presidente de Correos; es sí que es sorprendente", ha afirmado.
Quintos ha explicado que su propósito, y el de Ciudadanos, es hacer la vida más fácil y mejorar la vida de las personas. Su producto es la sanidad, la educación, la seguridad y hacerlo con unos impuestos moderados. Por todo ello, ha insistido en que el partido de las reformas es Ciudadanos. Así ha citado que Cs propone que sea el Congreso de los Diputados quien nombre al fiscal general del Estado por un periodo de seis años y, de esta manera, que su mandato esté por encima de periodos de gobiernos. O que las empresas públicas estén dirigidas por personas con méritos, y no elegidas por el dedazo. También ha prometido que no habrá amnistías fiscales, que al Tribunal de Cuentas se le dotarán de instrumentos para fiscalicen a los gastos ya caben con los chiringuitos y que los constitucionalistas no serán perseguidos en Cataluña, Navarra o País Vasco.