CASTELLÓ. Cuando se habla de herencias, normalmente se hace referencia al patrimonio inmobiliario, a las cuestiones materiales, al dinero... Pero hay legados, quizá no tan anhelados, pero sí más valiosos y sabrosos, como el que ha dejado Pilar Bonet a su nieto Pere Adell. Son las recetas tradicionales de la cocina casera que han elaborado durante décadas las generaciones que han residido en los núcleos poblacionales del término municipal de Morella. Una de ellas es la de las croquetas de Morella, el producto emblema de la marca Croquellanas que elabora de forma artesanal diferentes recetas típicas de la gastronomía de la zona desde su sede en Xiva de Morella.

En sus inicios, la firma lanzó al mercado 10 productos, entre croquetas, patés y conservas que recogían las experiencia culinaria de la familia Adell. Ahora, casi 15 años después, el catálogo de Productos Adell S.L. ha aumentado a 30 recetas que han incluido los nuevos gustos de la sociedad. “Las tendencias cambian y poco a poco hemos introducido nuevas elaboraciones que llevan productos como alcachofas o robellones y setas que son demandados por la sociedad, y además son de proximidad”, explica Raquel Adell, del departamento de ventas y marketing. Y es que una de las máximas de la firma de Els Ports es trabajar con productos de temporada y que sean del territorio.