Vale, lo reconozco. De vez en cuando los que escribimos de esto nos ponemos un poco pelmas con lo de la colonización de las cocinas de fuera y alzamos nuestras espadas en defensa del montadito patrio, pero lo cierto es que este bollo de origen chino cuando está bien hecho, su relleno es competente y lleva bien de salsa, es un digno competidor de cualquier rebanada de pan con su chorizo o su jamón. En Mil Grullas tienen, nada menos, que cinco tipos de baos. Mi favorito, el de secreto.
"En Mil Grullas jugamos a fusionar muchos platos diferentes del este de Asia. A los baos de secreto les añadimos también un poco de menta y apio para refrescar y salsa de kimchi que elaboramos nosotros", explica Vanessa Lledó, artífice de este restaurante de tapas asiáticas.
Ponme una decena, Vanessa. Con bien de salsa.