ORIHUELA. La empresa Telenatura es una firma de base tecnológica interuniversitaria. Los socios fundadores son profesores de la Universidad Miguel Hernández de Elche UMH y de la Universidad Politécnica de Cartagena UPCT, y parte de la tecnología y metodologías empleadas en los servicios que ofrecen se basan en proyectos de investigación, llevados a cabo por investigadores del Área de Ingeniería Agroforestal del Departamento de Ingeniería de la UMH y el Departamento de Ingeniería de Alimentos y del Equipamiento Agrícola de la UPCT. La firma ya ha desarrollado una serie de productos y soluciones de aplicación de las TIC al medio ambiente, a la energía, los recursos naturales y la agricultura. Se trata de combinar hardware y software para facilitar las labores de control, gestión y automatización.
Precisamente, a uno de esos desarrollos realizados en colaboración con la Universidad Miguel Hernández, un prototipo de nariz electrónica de bajo coste le están añadiendo otro nuevo proyecto que es adaptar esta nariz artificial al análisis de muestras biológicas que permitan el uso de la nariz para la detección de enfermedades. Entre otras, diversos tipos de cáncer, como el de próstata. Últimamente, el equipo de investigación está tratando de adaptar la misma tecnología con el objetivo de detectar este cáncer a través de la orina. Desde Telenatura afirman que, de ser exitosas estas adaptaciones, en un futuro podrían trabajar para aplicar esta tecnología a la detección de otras enfermedades, como por ejemplo la Covid-19.
Esta nariz o E-nose se compone de ocho sensores sensibles a diferentes gases, cuya respuesta conjunta ofrece una "huella aromática" única del elemento analizado. Los datos del sensor son recogidos por un microcontrolador el cual los envía vía comunicación serie a un ordenador donde un software desarrollado con Matlab por el grupo de trabajo se encarga de recibirlos para su posterior análisis. La nariz ha sido utilizada de forma satisfactoria para discriminar entre un rango de tipos de aceite de oliva. Ahora, trabajan por que puede detectar también enfermedades.
Los dispositivos electrónicos de bajo coste (como narices y lenguas electrónicas) incluyen sensores de gases y de líquidos no específicos. Como ejemplo, las narices tienen la capacidad de detectar los compuestos orgánicos volátiles que forman parte de una muestra olorosa, pudiendo de esa forma reconocerla o discriminarla dentro de un conjunto de sustancias olorosas. Estos dispositivos tienen una gran transversalidad y aplicaciones en muchos campos tecnológicos pasando por la alimentación, la detección de drogas y explosivos o la medicina.
El dispositivo desarrollado por Telenatura se ha utilizado hasta ahora, principalmente, en el sector alimentario y fitosanitario. En su aplicación a la identificación de tipos de aceite de oliva, el dispositivo obtuvo muy buenas precisiones. La ventaja de este dispositivo respecto a las narices y lenguas electrónicas convencionales es su bajo precio.
La mayor dificultad que puede entrañar la tecnología propuesta es el período de “entrenamiento” del dispositivo. Se deben calibrar las medidas obtenidas por el dispositivo con analíticas más precisas. Este último procedimiento se puede automatizar y reducir el tiempo de ejecución con un algoritmo de cálculo.
Dentro del ámbito donde se quieren centrar, destaca la detección rápida de líquidos y gases relacionados con enfermedades. A partir de la experiencia adquirida previamente en el sector alimentario y fitosanitario se está intentando adaptar esta tecnología al ámbito médico. Si este desarrollo tiene éxito en el ámbito médico, podría tener un impacto muy positivo en la detección de enfermedades por medios no invasivos.