VALÈNCIA. El pasado 25 de mayo se constituyó ante notario la Fundación Ellis Alicante, una entidad liderada por la investigadora Nuria Oliver y respaldada por 40 patronos que centrará su labor en el desarrollo e impulso de la Inteligencia Artificial (AI). Un ente que, pese a la juventud de su matriz creada en Alemania (apenas un año de existencia), ha llegado con un pan bajo el brazo: la inversión inicial anunciada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de 1,5 millones de euros para respaldar el proyecto con sede en Alicante.
De esta manera, esta franquicia de Ellis, se suma a las otras 17 aperturas anunciadas por los creadores de este proyecto, que cuenta con la alicantina Nuria Oliver como una de las piedras angulares de la iniciativa: no en vano la investigadora es uno de las cuatro miembros de la Junta Directiva de la fundación, además de ser nombrada en marzo por Puig Comisionada de la Presidencia de la Generalitat para la Estrategia Valenciana por la Inteligencia Artificial. Un puesto no remunerado pero que evidencia la proximidad de Oliver con el jefe del Consell.
Innovación, inteligencia artificial, investigación, tecnología, robótica... todo suena muy bien pero, ¿en qué se traduce el apoyo del Gobierno valenciano a Ellis?
Por el momento, todavía no se han resuelto muchas incógnitas, pero acudiendo a las web de la fundación sí pueden encontrarse las pautas a través de las cuáles puede implantarse una 'unidad' Ellis -así le llaman- en un territorio concreto.
Una de las primeras premisas es que, para lograr que esta marca se establezca, debe firmarse un acuerdo escrito "por las fuentes de financiación y las instituciones anfitriones relevantes" para "comprometerse durante al menos 5 años" a una serie de principios y procesos entre los que se incluye, como no, el económico.