CASTELLÓ. Cuando era casi un adolescente Albert Guardiola vivió desde dentro la creación de la cooperativa Cinctorres Aromàtiques, una iniciativa que a principios de los años 2000 pretendía desarrollar el cultivo de hierbas aromáticas en la zona de Els Ports como una alternativa a la producción agrícola de la comarca, en la que predominaba el cereal. Y es que su padre, Daniel, fue uno de los fundadores de este colectivo y Albert, como buen amante de la agricultura y del estilo de vida de las zonas de montaña, siempre le acompañaba para ayudar en lo que hiciera falta. Eran cinco socios y la proyección de la firma les sirvió para tener una destilería propia y poder elaborar aceites esenciales.
Se puede decir que la cooperativa fue el embrión de Esencias de Els Ports, un proyecto que puso en marcha Albert, conjuntamente con Jaime, su socio, en 2016, y que adquirió las propiedades de la cooperativa, también la destilería, para darle un impulso al negocio. “En la actualidad ya gestionamos 110 hectáreas de cultivo en diferentes zonas de la comarca pero queremos llegar a 150”, explica el gerente de la empresa. El espliego, la lavanda y el 'lavandín' -esta última es un híbrido más resistente y con mayores rendimientos- son las tres plantas mayoritarias en los terrenos que gestionan los dos jóvenes agricultores. El hecho de apostar por el negocio de los aceites esenciales, aparte de ser una de las industrias con más proyección y crecimiento en los últimos años, “es por tratarse de una actividad que no es competencia para nadie, en una zona con tradición ganadera, y siempre aporta alguna cosa más a la comarca”, señala Albert, como puede ser empleo y atractivo turístico.