BENIDORM. El residencial Intempo cambiará tanto por dentro como por fuera. El edificio ya tiene luz verde para retomar las obras que quedaron paralizadas con la quiebra de la anterior empresa, y después de años abandonado, toca darle un lavado de cara en todos los sentidos. Como ya publicara este diario, las zonas comunes sufrirán también algunas modificaciones que servirán para modernizarlas y aprovechar mejor el espacio. La ejecución de las obras se esperan para 'otoño', según explicaron fuentes de la empresa que no quisieron concretar fecha.
Uno de los puntos fuertes de su modernización será el diamante, la parte más alta del rascacielos. Contará con gimnasio, spa y jacuzzi a casi 200 metros de altura y con las vistas de la bahía de Benidorm. De este modo, dan utilidad a la azotea del edificio que en el anterior proyecto no contemplaba.
Además, habrá un restaurante de uso exclusivo para los vecinos de estos 46 pisos de altura y una terraza de 1.200 metros cuadrados así como una piscina decorativa de 80 metros cuadrados.
Pero Intempo cuenta con 6.500 m2 de zonas comunes al aire libre. Entre las distintas posibilidades se encuentra la piscina olímpica que quedó construida, que pasará a ser una 'beach pool' de 800 m2, con lo que modificarán completamente la apariencia de la misma y desaparecerán las dos pistas de tenis.
Las zonas comunes contemplan además una zona de juegos infantiles de 1.000 metros cuadrados. Entre otros asuntos, el edificio también contará con wifi comunitario. Dentro de sus acometidos también está la de renovar la apariencia del gran lobby de 600 metros cuadrados inspirados en el art-deco contemporáneo.
Pero no solo las zonas comunes serán modificadas, sino que la morfología de las casas también. Incluso el proyecto contempla 256 viviendas, por lo que bajaría de las 269 que se aprobaron hace 13 años. Sus actuales propietarios, el fondo Strategic Value Partners (SVPGlobal), pretenden reconvertirlos en pisos de lujo. Así lo atestigua también su precio, que rondaría los 245.000 euros, llegando incluso al millón de euros en las alojadas en el diamante, que serán las más grandes.
Algunos de ellos pasarían a ser un solo piso, uniendo dos viviendas independientes con el anterior diseño. Es más, muchos de los apartamentos de una sola habitación desaparecerán tras la reforma. Uno de los principales cambios está en el tabique que restaba visibilidad, el tipo de cristal oscuro de las terrazas, o incluso las puertas, que pasan a ser correderas para dejar más espacio a lugares como el salón, que tenían una gran puerta que hacía impracticable la zona.