CASTELLÓ. La patronal azulejera Ascer vuelve a temer que una tasa que creían que había pasado de largo, la que puede gravar los residuos, afecte a su actividad. Aunque todavía debe concretarse, los responsables cerámicos censuran la posibilidad de que se retome la tramitación en la Comunitat Valenciana del impuesto de residuos, tal y como Unides Podem propuso el jueves en Les Corts. Además, también se cierne la amenaza de Madrid, porque los Presupuestos Generales del Estado recogen el impuesto dentro de la futura Ley de residuos y suelos contaminados. 

En un año que no ha sido para nada fácil para la principal industria castellonense, que ha sudado sangre para recuperar la caída de la facturación de primavera, la noticia de una posible tasa de residuos "iría en contra de lo que venimos defendiendo desde el sector cerámico, desde la industria, y desde la empresa en general: Continuar gravando a las empresas en un periodo de contracción económica solo puede conseguir que se ahoguen más y más las actividades que generan valor", destacan fuentes de Ascer.