grand place / OPINIÓN

Un cielo color vainilla

22/06/2022 - 

Un cielo color vainilla siempre trae incertidumbre en el horizonte. No es rojo, como el que anuncia viento, ni es el negro de las tempestades. Tampoco es un cielo límpido y azul, el que asegura un sol radiante. La mañana del día siguiente a un cielo color vainilla estará cargada de iones negativos. El ión negativo es un átomo que ha ganado algún electrón y que abunda en los días claros color vainilla. Su efecto es como el de la serotonina, pero sin saber si va a llover. Es el color de la incertidumbre…

El vainilla también es un sabor, dulzón en exceso en los helados de cucurucho del verano. Un sabor lechoso, nada que ver con el aroma de la especia de la que proviene. La vainilla es la vaina de un tipo de orquídea cuyas minúsculas semillas contienen ese aroma tan delicioso y que nos transporta a las cálidas selvas de México y Madagascar.

Aquél verano del Año II d.C. -después de la covid-, aquél primer día tan caluroso como la canícula de agosto, un cielo lechoso color vainilla anunciaba entre brumas la incertidumbre del avance del Gobierno de la Unión hacia el Este, hacia el Asia central.

El Consejo de la Unión Europea estaba presto a aprobar la entrada de tres países en su club. El primero, Ucrania, estaba en guerra contra el gran imperio del TerritorioKremlin. El segundo, Moldavia, tenia una parte de su territorio, Transnistria, sometido a la órbita pro-soviética, de forma voluntaria. Y el tercero era Georgia, otro de los señalados por Rusia como la línea roja que los aliados atlantistas no podían cruzar -junto con el primero-, con un reciente guerra con el Kremlin y en la frontera del continente asiático.

Canícula. Foto: R.L.

En este contexto, el Consejo debatió el séptimo informe de situación sobre la aplicación de las 74 propuestas comunes aprobadas por los Consejos de la UE y la OTAN desde 2016. Desde el primer día de la invasión rusa de Ucrania, la UE y la OTAN, los Estados miembros de la UE y los aliados de la OTAN han intensificado su trabajo y cooperación, demostrando plena unidad y determinación común para condenar la guerra de agresión de Rusia y apoyar a Ucrania a defenderse y proteger a su población. La asociación estratégica UE-OTAN es más sólida y relevante que nunca en este momento crítico para la seguridad euroatlántica.

Entre las propuestas, se incluyen: el diálogo estructurado del personal recientemente establecido sobre resiliencia; la cooperación en las comunicaciones estratégicas y la lucha contra la manipulación e interferencia de la información extranjera; intercambios continuos a través del diálogo estructurado del personal sobre movilidad militar; e interacciones específicas del personal sobre Ucrania.

El documento estratégico contenía un párrafo revelador de lo que pasaría después, con el advenimiento de ELLA tras el CaosPrevio. Nadie llegó a pensar que los misiles de medio alcance que los Estados Unidos de América regalaron al Presidente Zelenski podrían utilizarse. Pero el 7º Informe era expeditivo sobre la colaboración UE-OTAN. Se centraría, en particular, sobre un espacio “híbrido, cibernético, químico, biológico, radiológico nuclear (QBRN), la asistencia humanitaria y la protección de infraestructuras críticas”.

-¿Lo recuerdas David? Es el DOC 20-6/22, del que poco se habló en aquellos momentos. Sólo hay que ir al detalle, al anuncio y promesa de intercambiar “personal sobre movilidad militar e interacciones específicas del personal sobre Ucrania”, justo en un momento en el que Ucrania estaba en guerra y se le estaba prometiendo la entrada a la Unión.

-Lo sé Laura. La Unión seguía pagando aquella guerra, no sólo con dinero y armas, también con una crisis que hoy, cincuenta años después, aún se recuerda en todo el TerritorioEuropa y en Asia Central. Pero nadie leyó la letra pequeña. Y el diablo está en los detalles, …y en el cielo color vainilla.

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