tribuna libre / OPINIÓN

Un nuevo entorno laboral

7/09/2020 - 

El pasado 2 de junio, publiqué una Tribuna de opinión, donde ponía de manifiesto los efectos que está provocando la Revolución Industrial en la que estamos inmersos, basada en la Inteligencia Artificial.

No fui muy optimista en cuanto a mis predicciones, pero creo que es ciertamente el futuro que nos espera, y que esta crisis del Coronavirus, solo no ha hecho más que acelerar de una manera significativa.

Debemos prepararnos ante este futuro, que esconde muchas oportunidades,siempre y cuando nos sepamos adaptar al nuevo escenario que se está dibujando, preguntándonos ¿qué qué podemos hacer frente a la amenaza de la Inteligencia Artificial? ¿dónde nos vamos a situarlos humanos en el futuro?

El Doctor Kai-Fu Lee, experto en Inteligencia Artificial, ha desarrollado una fórmula simple, para ayudar a identificar cuáles son los empleos que posiblemente sean reemplazados por robots en el futuro, declarando lo siguiente: "cada trabajo que tome menos de cinco segundos para pensar será realizado por robots".

Los perfiles que menos se van a ver afectados, son aquellos centrados en interacciones sociales complejas, y habilidades creativas. Recientes investigaciones han constatado que aquellas actividades que requieren un cierto grado de coordinación física y de percepción sensorial son más resistentes a la automatización que el procesamiento de información básica. La visión, las capacidades motoras precisas y la locomoción son mucho más difíciles de automatizar. Curiosamente, estas habilidades son las que más años llevan interiorizadas dentro del ser humano, desde hace millones de años,mientras que las últimas adquiridas por el homo sapiens son más técnicas, como la lectura, escritura, estructuración de datos, y son las que más fácilmente están asimilando las máquinas.

En mi opinión, las personas debemos comenzar a pensar más en términos de habilidades en lugar de en titulaciones. Habilidades personales como la auto evaluación, inteligencia emocional y social, empatía, capacidad de adaptación, perseverancia, entusiasmo, gestión de equipos, serán un factor diferenciador frente a las máquinas.

Las claves para que este cambio de perfiles de trabajo se produzca y no implique un mayor desempleo, pasa por un alto nivel de flexibilidad de la economía, desde flexibilidad en las empresas para adaptarse a los cambios en los negocios, a la flexibilidad en los curriculums formativos para adaptarse a los nuevos perfiles profesionales.

Y esta flexibilidad debe mantenerse en el tiempo. Es necesario fomentarla formación continua para que los trabajadores se vayan adaptando alas nuevas tecnologías, o incluso se reorienten hacia nuevas profesiones más demandadas.

Para los trabajadores, existe una necesidad incuestionable de asumir la responsabilidad personal del aprendizaje y desarrollo profesional propios. También es seguro que muchas personas necesitarán apoyo a través de períodos de transición laboral y fases de reciclaje y capacitación por parte de gobiernos y empleadores.

Este aspecto debería ser una de las grandes preocupaciones de las administraciones, porque es evidente que ya comienzan a faltar profesionales en diferentes ámbitos vinculados a los nuevos desarrollos tecnológicos, mientras que nos encontramos con un nivel de desempleo en España indeseable.

Pero no solo las administraciones deben jugar un papel en la cuestión,las empresas también pueden aportar su granito de arena. Podrían utilizar la automatización de algunas tareas laborales para complementar y mejorar las fortalezas comparativas de las habilidades humanas y, en última instancia, permitir y capacitar a los empleados para que alcancen su potencial máximo.

Y si todas estas actuaciones no son suficientes, hay que plantearse qué vamos a hacer con una sociedad en la que el trabajo deja de ser una necesidad, porque menos personas con más tecnología generan todo lo que la sociedad precisa.

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