ALICANTE. Bioval se ha marcado como reto impulsar la Bioeconomía en la industria valenciana y, particularmente, en los sectores más tradicionales. Por ello, desde el clúster sectorial se ha desarrollado un estudio realizado junto con la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana (Redit) para dar a conocer las posibilidades que la incorporación de la BIO puede dar a las empresas y que analiza cuántos proyectos tecnológicos existen hoy en día en nuestra biorregión.
"El desarrollo de nuevas actividades empresariales en los sectores tradicionales, su diversificación, y la creación de una nueva arquitectura empresarial en base a los sectores de la Bioeconomía fortalecerá, sin duda, las capacidades empresariales y favorecerá la retención de talento", explica Carlos Ledó, presidente de Bioval, el clúster Bio de la Comunitat Valenciana.
Según arroja el estudio, son actualmente 88 los proyectos relacionados con la bioeconomía y la economía circular que desarrollan empresas valencianas a través de los Institutos Tecnológicos, lo que muestra que numerosas industrias se están adaptando a las nuevas exigencias regulatorias de Europa y son conscientes de la necesidad de uso de los recursos biológicos en sus procesos productivos.
Concretamente, de los 88 proyectos llevados a cabo por los Institutos Tecnológicos en la Comunitat Valenciana, destacan las iniciativas relacionadas con la Bioeconomía en lo que se denomina "tecnologías de Proceso", con un 30% ubicados en esta disciplina. En concreto, se refiere a las áreas de conocimiento de tecnologías de envase y embalaje, tecnologías de impresión, tecnologías del plástico, energéticas y textiles, que son las más representativas.
El resto de los proyectos están relacionados con la tecnología de los materiales, proyectos de salud, Medio Ambiente o nanotecnologías. Además, un 2% de los proyectos se clasifican directamente en la disciplina de Biotecnologías, si bien muchos más proyectos están conectados con la bioeconomía y la economía circular de manera indirecta.
Desde los años 80, la Comunitat Valenciana asiste a un proceso de desindustrialización. Para superar esa tendencia, Bioval cree necesario apostar por una transición hacia sectores con alto valor añadido. Una de las estrategias para conseguirlo es la incorporación en los procesos productivos de materias primas de origen renovable, de base biológica, con baja huella ambiental y de carbono, además de la utilización eficiente de todos los recursos naturales.
"Queremos hacer de la Comunidad Valenciana el día de mañana un polo innovador potente y que se relacione a la Comunidad Valenciana con algo más que sol y playa", indica Carlos Ledó, presidente de Bioval.
La Comunitat cuenta también con una importante capacidad científica y tecnológica en sus diferentes Universidades, con más de 160 grupos de investigación relacionados con la bioeconomía, numerosos Centros de investigación con al menos 7 de ellos con líneas especificas relacionadas con la bioeconomía, y 9 Institutos Tecnológicos con proyectos activos.
"Esta infraestructura, y las personas que la integran, tienen una gran capacidad para generar conocimiento y adaptar las tecnologías disponibles para su uso por las empresas. No obstante, se requiere la integración y colaboración de todos los eslabones, desde la generación del conocimiento básico hasta la innovación empresarial", señala Carlos Ledó.
El objetivo de Bioval es que diferentes compañías, sean o no biotech, encuentren en la bioeconomía un modelo de crecimiento y desarrollo. Actualmente, el sector BIO genera 7.800 empleos en la Comunitat Valenciana y factura 1.100 millones de euros.
Desde el clúster sectorial continúan desarrollando iniciativas para dar a conocer las posibilidades que la incorporación de la BIO puede dar a empresas y generar nuevos productos. Estas acciones están financiadas por la Dirección General de Industria de la Generalitat Valenciana.
Redit Summit, que se celebra por primera vez en Alicante, concentra todos los años las últimas novedades de la innovación industrial.