ALICANTE. A una semana de la (teórica) celebración del Black Friday, la tradición comercial importada de Estados Unidos que marca el inicio de la campaña de Navidad, el hito de este año presenta llamativas diferencias con el de los precedentes. No solo en el tipo de categorías que van a ser más demandadas, sino en la propia estrategia de los comercios. Con un consumidor maduro que ya se ha acostumbrado al Black Friday, y en un contexto aún inflacionista, las promociones van a estar marcadas por descuentos menos espectaculares que otros años, pero que sin embargo se van a mantener durante más tiempo, en lugar de recurrir a ofertas efímeras.
Así lo asegura Andrés de España, CEO de la consultora alicantina 3dids, que asesora a incontables comercios electrónicos. "En cuanto al desarrollo de la campaña, no se esperan grandes ofertas este año. Porcentajes de entre el 10% y el 30% serán los más recurrentes en todos los sectores", avanza. En cambio, sí parece claro que el tiempo de duración aumentará, al menos, dos semanas: "desde el llamado Pre-Black Friday, que comenzará el domingo 19, hasta siete días después del arranque oficial del viernes 24 de noviembre".
En consecuencia, "este año se espera una campaña más discreta y calmada que en años anteriores, pero sensiblemente más larga. De hecho, las ofertas previstas para Cyber Monday serán, en realidad, un Black Friday prolongado". De hecho, este año la campaña va a estar especialmente enfocada a sectores como la cosmética y la tecnología; sectores que, tradicionalmente, aprovechan estas fechas para mover su stock y aumentar las ventas con clientes estacionales. A estos dos hay que añadir uno reciente: el del ocio y el deporte; un sector en ciernes que necesita posicionamiento rápido y el establecimiento de un primer contacto con sus clientes objetivo.
La moda, por su parte, se encuentra en una posición incierta, dado que muchos negocios, basados en la sostenibilidad, no quieren aproximarse a Black Friday por coherencia (caso, por ejemplo, de la marca sostenible Ecoalf). Otros, sin embargo, sí ven una buena oportunidad en estas fechas para liquidar la temporada de verano que, debido al buen tiempo, se ha alargado durante los primeros compases del invierno, ofreciéndoles una interesante alternativa para prolongar la promoción de productos netamente estivales.
"Con respecto a los clientes, esta época supone una buena oportunidad para los consumidores de adelantar los regalos navideños, algo que, sin duda, va a tener como resultado un incremento en las devoluciones y cambios con respecto a otros años", asegura De España. La compra compulsiva viene estableciéndose como algo natural en las campañas de venta masiva; lo que ya obliga a las tiendas a ser muy claras y cuidadosas con sus sistemas de logística, atención al cliente y gestión del producto.
Otro elemento importante en esta campaña de Black Friday va a ser la ciberseguridad. "Los hackers ya no boicotean los ecommerce como en temporadas pasadas, sino que aprovechan la oportunidad para introducirse en los cuadros administrativos y cambiar los números de cuenta, beneficiándose así de las ventas de aquellos negocios que no han sido suficientemente prudentes a la hora de mejorar sus sistemas de seguridad", advierte el CEO de 3dids.
"Desde 3dids aconsejamos a los comerciantes trabajar las estrategias de venta empleando una planificación efectiva que evite situaciones comprometidas con respecto a la reputación de marca. Es por esto por lo que, además, recomendamos acudir a una consultora de negocio que les ofrezca asesoramiento experto, puesto que Black Friday sigue siendo, y será, una campaña de ventas fundamental en el desarrollo comercial y de branding para todo tipo de negocios".