BENIDORM. Toni Pérez ha sido reelegido como alcalde de Benidorm después de recibir el respaldo de sus compañeros de partido en la votación. Lejos de la minoría que cosechó hace cuatro años, los populares han salido triunfantes de esta legislatura que los vecinos han apoyado otorgándoles la mayoría absoluta. Sin embargo, el primer edil después de la toma de mando, cogió la palabra para su primer discurso institucional, donde apeló al diálogo con los ciudadanos y con el resto de partidos, para gestionar la ciudad.
Por su parte, el líder de la oposición, el PSOE, presentó también la candidatura de Rubén Martínez, que solo obtuvo el apoyo de su partido. 10 votos frente a los 13 de los populares. Los dos regidores de Ciudadanos depositaron su voto en blanco.
Con todo, comienza una nueva andadura del PP que recuerda a años anteriores, donde la tranquilidad reinará en la gestión del gobierno olvidando los últimos cuatro años donde había numerosas sensibilidades representadas en el pleno de la corporación.
Por tanto se presenta un cambio de escenario donde estarán todos los concejales que han acompañado a Pérez en los últimos años, a excepción de María Jesús Pinto, a la que le quiso dedicar unas palabras durante su discurso: "Quiero aprovechar hoy la presencia de mi amiga María Jesús Pinto, una gran mujer, muy familiar pero entregadísima al servicio de su pueblo, y siempre dispuesta a ayudar a cuantos la han necesitado y a cuantos, aún hoy, la necesitamos, para personalizar en ella mi reconocimiento a quienes han servido especialmente a Benidorm en los últimos años".
Al mismo tiempo, recordó la situación de minoría en la que han estado, hablando de "una corporación de intensa y fructífera actividad municipal". A continuación, afirmó que "con el paso del tiempo, estoy seguro, será considerado positivamente como de una gobernanza de impulso, cuando quizá, por la diversidad y pluralidad de su composición inicial, muchos lo presagiaban como un periodo de bloqueo".
En el ánimo de apelar al diálogo, afirmó que no será momento para que la mayoría absoluta se tome como un "cheque en blanco para gobernar de forma arbitraria desde el sectarismo o alejados de la cordura". Unas palabras que pronunció en valenciano, ya que fue intercalando los dos lenguajes.
Así, indicó que la mayoría absoluta será una llave para garantizar y cumplir el programa electoral, con un gobierno que nace de la vocación de ser de todos y para todos.
Pérez prosiguió hablando de lo que será la gestión de los próximos cuatro años con la puesta en valor "de nuestro patrimonio histórico y cultural o nuestra firme decisión de hacer de Benidorm una ciudad inteligente, con la aplicación de las nuevas tecnologías en la gestión de servicios, con la innovación permanente como reto, son buena prueba de ello".
"Un nuevo impulso y nuevos estímulos para la participación ciudadana, el asociacionismo, el turismo, el comercio, la escena urbana, la movilidad, las playas y la conservación -que anhelo exquisita- de nuestro entorno natural, desde una acción de política social que ponga en el centro a las personas", continuó el alcalde.
También tuvo un recuerdo para las administraciones superiores, que salvo en la Diputación de Alicante, tendrá que lidiar con partidos distintos, como hasta ahora: "Y siempre, con lealtad permanente ante otras administraciones, para seguir reclamando lo que Benidorm merece justamente, en especial en los recursos, servicios e infraestructuras Sanitarias, Culturales, Educativas y para nuestros cuerpos y fuerzas de Seguridad".
Por último, pidió que entre todos "seamos capaces de seguir recuperando y haciendo crecer el orgullo de sentirse y formar parte de Benidorm".