"Remando y remando"

TERRASSA. Ángel Rodríguez no se mostraba este domingo en Terrassa ajeno a la delicada situación profesional en la que queda después de que el Hércules encajase su cuarta derrota del curso, en otro partido en el que la actitud defensiva de sus jugadores fue inaceptable.

"Sé donde vine, dónde estoy y lo que puede pasar, pero mientras esté en el cargo seré el primero en tirar del carro", decía el preparador leonés, cuyo futuro está en entredicho, si bien es cierto que casi a la misma hora en que Rodríguez decía eso, desde el club se esforzaban una vez más en restarle dramatismo a la crisis de juego y resultados que atraviesa el equipo (sic), dejando claro que no se valora una decisión traumática que afecte al banquillo. "Sigue", llegaba a responder Francisco Peña, el secretario técnico del Hércules desde el autobús del equipo (regresó a Alicante junto a los jugadores y el técnico).

Alguien dirá que lo anterior no quiere decir nada, teniendo en cuenta que con el Hércules nunca se sabe y es cierto. Pero conviene tener presente que Ángel Rodríguez no es el único responsable de la situación: los jugadores también tienen una buena cuota culpa y no es menor la de quienes han armado el equipo, el citado Peña y los socios de Enrique Ortiz ('Nanín' y compañía, quienes la semana pasada tenían pendiente reunirse con el empresario para decidir si entran o no en el capital social), que son precisamente son los que han de decidir sobre el destino del entrenador...

"No voy a aflojar nunca, estas cosas me hacen que me rebele, me considero un ganador, quiero sacar esto adelante", insistía Ángel Rodríguez en su comparecencia de prensa en el Municipal de Ca n'Anglada, en la que también aseguró que los suyos "habían salido muy bien al partido" y, no obstante el 2-1 en el marcador, habían protagonizado "momentos brillantes, jugado bien".

"El vestuario está muy jodido", precisaba el entrenador blanquiazul, apuntando también que "tiene que darse cuenta de que para ganar hay que defender bien".

En Terrassa, Ángel Rodríguez volvió a poner el acento en "los despistes defensivos", pero también en el acierto de cara a gol rival ("No es normal que nos sucedan tantas cosas, tres tiros a puerta tres goles, así es muy difícil") y en el arbitraje, llegado a reclamar "dos penaltis clarísimos" y a denunciar que "en las áreas no se trata por igual" a los suyos que a los rivales.