La Real Academia Española (RAE) se ahoga en sus deudas. El Estado, que debería salir en su rescate, se conforma con darle unas migajas. El anterior Gobierno ‘patriota’ del PP le congeló la asignación presupuestaria. La institución garante de la unidad del español está en aprietos, prueba evidente de que la cultura es un asunto menor para nuestros políticos
Son una plaga. Allá donde vayas te los encuentras con su monserga del lenguaje inclusivo. Hombres y mujeres sin distinción, siguiendo el catecismo laico de lo políticamente correcto, te dan la tabarra desdoblando el género de las palabras hasta caer en el ridículo. El Gobierno presiona a la RAE para que dé carta de naturaleza a este desatino. Esperemos que los académicos se mantengan en su sitio