Los últimos documentales sobre Diego Armando Maradona ponen de manifiesto dos cosas: que fue explotado y exprimido hasta la última gota y que nunca, por mucho Che Guevara que se haya tatuado, ha llegado a rebelarse contra eso. Al contrario, dosifica sus memorias. Es una pena, porque sobre el terreno de juego mostró una determinación y lucha contra la adversidad como jamás se ha visto, pero como persona, a la hora de enfrentarse al sistema, nunca ha llegado a dar el paso