Ciudadanos ha jugado sus cartas y ha perdido. Su último error estratégico ha sido salir en ayuda de un Gobierno acorralado por su nefasta gestión de la pandemia. Arrimadas y los suyos lo pagarán en las urnas. Pero la culpa principal es de Rivera por abrir la puerta al desastre actual al negarse a pactar con los socialistas hace un año
La marcha de algunos altos cargos de Ciudadanos tiene varias lecturas, pero muchos sólo quieren darle una posible: se van los buenos y se quedan los malos porque se niegan a pactar con Sánchez. Hay otras visiones
Esperábamos más de él. El niño Albert es la eterna promesa de la política nacional. Estas elecciones decidirán si pega el estirón o se pierde en el olvido. Últimamente se equivoca mucho —feminismo liberal, primarias, aceptación de privilegios fiscales—, lo que cabe achacar a sus vaivenes sentimentales. Menos mal que nos queda doña Inés
Ciudadanos es el partido mimado por las encuestas. Si nos las creyésemos pensaríamos que el niño Albert está a las puertas de la Moncloa. Pero habrá que ser cautos. El PP, temeroso de perder, prepara munición contra el líder catalán. Habrá videos. La guerra será despiadada. Sin embargo, nada cambiará el sentido de nuestro voto: votaremos contra Rajoy, votaremos a Ciudadanos
Quan els marcs mentals canvien el sentit dels missatges polítics
La necessitat de tindre dirigents forts s’ha convertit en una exigència per a les formacions polítiques amb la fragmentació del mapa polític
Así se ha pronunciado Rivera en declaraciones a los medios en Valencia tras mantener un encuentro con la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE)