Showroom de Tacones Gamar, en una imagen de archivoALICANTE. La firma Tacones Gamar, dedicada a la creación de moldes y hormas para el sector calzado desde sus instalaciones en el polígono de Petrer, facturaba más de 3 millones de euros anuales y empleaba a más de treinta personas hace apenas un lustro. En 2010, la firma había adquirido (a cambio de sus deudas) a otra empresa del sector en su localidad, para integrarla en su unidad productiva. Hasta 2019 daba beneficio, aunque fuese testimonial.
Entonces todo cambió. Primero, la empresa perdió a su fundador y director general, que falleció ese año. Luego, llegó la pandemia, que arrasó dos temporadas del sector calzado, la guerra y la crisis de precios de la energía, fletes y materias primas terminaron de crear la tormenta perfecta para la firma petrelense. Esta semana se ha inscrito en el Registro Mercantil el auto en el que el juez de lo Mercantil número 4 de Alicante pone fin a la fase de liquidación por insuficiencia de la masa activa.
Tras hundirse su facturación (el año en que se declaró en concurso, Tacones Gamar facturó apenas 600.000 euros, una quinta parte de su cifra de negocio en el bienio 2017-2018) y reducir plantilla (antes de ir a liquidación empleaba ya solo a una docena de personas), Tacones Gomar puso en marcha la negociación de un acuerdo de refinanciación a comienzos de 2021, tutelado por el mismo juzgado de lo Mercantil. El acuerdo fracasó por desistimiento de la firma, al no encontrar eco en sus acreedores, y en julio tuvo que pedir el concurso.
No solo eso. El concurso de Tacones Gamar fue de los denominados 'exprés', en el que se abre al mismo tiempo el concurso de acreedores y la fase de liquidación, al conocer el deudor que no tiene ni va a ser capaz de generar recursos para hacer frente al proceso. De esta forma se reducen los costes (y por tanto la deuda que no se va a poder afrontar) y los tiempos. El plan de liquidación se aprobó en noviembre, al tiempo que la sección de calificación (al ser un concurso con liquidación) y en febrero de 2023 se dictó el auto de conclusión del concurso.
En 2021, año en que Tacones Gamar intentó renegociar su deuda y acabó entrando en un concurso con liquidación, las cuentas de la sociedad reflejaban un pasivo corriente (deudas a corto plazo) de 600.000 euros, casi todo con entidades financieras. Asimismo, el balance computaba 2,5 millones de euros de pérdidas acumuladas en los últimos ejercicios. El capital de Tacones Gamar estaba controlado por dos empresas: GM Sax SL, que ha seguido un proceso de liquidación paralelo, y Saxcastle 2010 SL.
