ALICANTE. Otra vez llega a Stereo Alicante la gente del Fuzzville poniendo los dientes largos para que vayas al festival, que tendrá lugar en abril, pero también para que sientas remordimiento si no acudes a los saraos que organiza mientras llega su gran evento. Y lo hace con ese goteo de conciertos repartidos en el tiempo y que ha encontrado en el mes de diciembre un acomodo con directos de buen escuchar. Si la pasada semana fue el turno de Redd Kross, este viernes es el turno de The Mystery Lights, que es una formación norteamericana de garage y psicodelia; es decir, el grupo prototípico del Fuzzville.
De hecho, parece que reúnen todos los requisitos: banda joven, gente cool de Brooklyn, con sonido fresco y electrizante, que debutó en Daptone Records y que después fue editada por Burger Records, el prestigioso sello americano de garage que fue el invitado en la primera edición del festival. Pero sí, el encaje más importante, fundamental, para que desde Producciones Baltimore hayan puesto el ojo en ellos es su sonido. Dentro de los diferentes moldes que se pueden encontrar en el garage, el de estos jóvenes es el que vira hacia la psicodelia melódica de los sesenta.
Es más, en algunos acordes y en el propio sonido de sus guitarras huele a grupos de la exquisitez de The 13th Floor Elevators o The Electric Prunes. Palabras mayores, sin duda. Y no son sólo esos acordes canónicos de esa psicodelia, son también los arreglos de viento, que los tienen, o los pequeños detalles de algunos arpegios. En temas como ‘Without Me’ está condensado todo ese espíritu de los sesenta, como también en algunos otros cortes, eso sí, que también piran hacia esa parte más garagera y macarra que va en una marcha más acelerada. En uno u otro sentido, son una apuesta segura.
Pero estos chavales no serán los únicos que toquen el viernes. Desde el Fuzzville están teniendo el detalle de que estos directos estén acompañados por los de grupos españoles, e incluso de la zona, si nos atenemos a Otto —oriolano— como telonero de Redd Kross. Esta ocasión será gente con algún kilómetro más, los murcianos Galleta Pilluda. Ellos sí que están lejos de la psicodelia más radiante que ofrece el plato fuerte de la noche, pero mucho más cerca del macarrismo y el cacharrismo.
De canciones que hablan de diputados lanzándose excrementos a inspiradores erizos o artefactos tales como vibradores, este veterano dúo concentra en sus temas todo tipo de humor, bizarradas —en los más amplios sentidos del término— pasadas por el filtro de un garage o un blues muy lo-fi. Es esa encantadora tendencia al cacharrismo, a teclados viejos y a sonidos hilarantes, el que hace de ellos un proyecto de los que merece presenciar en directo al menos una vez en la vida. Porque aunque eso de homenajear tus estilos favoritos y ser muy bueno está bien, ser un poco cafre y reírse de todo es necesario. Y Galleta Pilludo son tremendamente divertidos. El equilibrio perfecto para la noche.