el directivo de barceló grupo protagoniza el desayuno de cede en alicante

Simón Pedro Barceló: "Hay que subir los precios y ofrecer más servicios al turista"

7/07/2017 - 

ALICANTE. "En momentos de demanda alta, como el actual, la mejor estrategia que puede seguir una empresa turística es subir los precios y ofrecer más servicios al cliente". Es la receta del copresidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló (Palma de Mallorca, 1966), para que el sector turístico de Alicante mejore en el apartado de gasto por turista, un parámetro en el que, a pesar del crecimiento del sector, se está retrocediendo. "No tenemos que basar nuestra estrategia en el precio, sino en la satisfacción del cliente", subraya.

El directivo del grupo hotelero balear, que controla 60 hoteles en toda España (en la provincia de Alicante, el Asia Gardens de Benidorm), protagonizó este jueves el desayuno de trabajo organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) en la finca Maestraldedie de Alicante, a través de su socio local en la provincia, el Círculo de Economía. Durante su intervención, titulada "La oportunidad de seguir generando valor", el hotelero balear abordó el estado de la cuestión turítica, las perspectivas de futuro, y cómo puede aprovecharlas el sector alicantino.

"India y China van a ser los dos grandes actores de futuro en el sector. Hay que invertir en la larga distancia"

En este sentido, el empresario mallorquín advierte de que, si bien España ha ganado cuota en el mercado turístico mundial por la inestabilidad política en otros destinos competidores, "cada vez tenemos menos tiempo para consolidar ese crecimiento y convertir en repetidores a los turistas 'prestados'". Por este motivo, apuesta por intentar crecer "en grandes mercados emisores, no solo en proximidad". Y apunta a dos fundamentales, donde "deberían concentrar todo su esfuerzo de promoción": los Estados Unidos y Asia, fundamentalmente India y China, que "van a ser los dos grandes actores de futuro". A juicio de Barceló, los primeros destinos que pisarán estos nuevos turistas serán, por lógica, Madrid y Barcelona, "que son los que tienen la conectividad", pero "hay que convencerlos de que, cuando vuelvan, se desplacen a Alicante".

Según los datos que desgranó el directivo de Barceló en el acto, en 2030 habrá 1.800 millones de turistas internacionales (ahora son 1.200), por lo que hay oportunidades de seguir creciendo si España mantiene su cuota actual en el mercado mundial, en torno al 6%. "Ahora mismo 75 millones de extranjeros eligen España para pasar sus vacaciones, algo de lo que nos tenemos que sentir orgullosos", pero sin caer en el conformismo. Y, al mismo tiempo, "compaginar el crecimiento de las empresas del sector con su aportación al balance nacional", de forma que la sociedad vuelva a percibir al turismo como "el gran sector" de la economía española.

El objetivo sería forjar una 'apuesta país' que permita superar debates como el de la turismofobia. "Las empresas tenemos que participar en ese debate, pero será la mayoría de la sociedad, con los poderes públicos, la que decida qué modelo turístico queremos", advierte el empresario balear. "El sector tendrá que adaptarse a la realidad que dicte el legislador, salvo que vaya contra la ley, por lo que hay que convencer a la mayoría de la sociedad, igual que hicimos hace 50 años, de que este es un sector de futuro".

"Tenemos que convencer a la sociedad de que este es un sector de futuro, como hace 50 años, para superar la turismofobia"

Simón Pedro Barceló ahonda en la cuestión a cuenta del 'modelo Magaluf' y la posibilidad de morir de éxito. "Para mi el único turista malo es el que no viene", sentencia, "aunque con matices: o ponemos límites, que es más complicado por el régimen jurídico, o invertimos en infraestructuras". Por ejemplo, "desde hace 10 años en Palma no se ha invertido ni un euro en un nuevo parking a las afueras de la ciudad, de forma que todo el que llega en coche tiene que aparcar en el centro". Así, considera que "España puede absorber aún muchos más millones de turistas de los que recibe, en destinos estacionales (el 60% de la oferta hotelera cierra en invierno) y de baja ocupación, en los que hay que alargar la temporada". 

El hotelero balear aborda otras dos cuestiones que preocupan a los hoteleros alicantinos: los cambios provocados en el sector por la irrupción de internet como canal de venta, y la crisis de las empresas familiares cuando llega el momento del relevo. En cuanto a la primera, la considera "una gran oportunidad para la distribución directa; hace 10 años más del 90% de nuestra distribución dependía de terceros, y ahora vendemos directamente el 24%". Asimismo, considera que facilita "mayor información a la hora de negociar". 

Y en cuanto a las empresas familiares, admite que "el momento más crítico es el relevo entre la primera y la segunda generación, porque se cambia a una persona a menudo irrepetible por un grupo". Si se supera ese relevo, "del segundo al tercero y en adelante es más fácil". En cualquier caso, defiende que "unirse a una gran cadena no tiene por qué ser la muerte de una empresa familiar, sino la mejor solución: se conserva la propiedad y se cede la gestión".

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