Sean Frutos, vocalista del grupo Second. APALICANTE.La noche que estuve por primera en un concierto de Second la vida me cambió. Presentaban Demasiado soñadores (2011), un álbum lleno de energía. La sala estaba llena y el público coreaba cada canción como si fuera la última. Fue en la Stereo. Sus letras penetraron tanto en mi mente que me quedé atónito. Los murcianos presentan ahora su octavo disco, Anillos y raíces, un redondo que los devuelve a la vida con esas letras zigzagueantes y sinuosas, y con esas melodías que elevan sus directos a cotas tan solo soñadas por otros. Un año ha pasado sin verlos por los escenarios.
«Necesitábamos tiempo, nunca hemos sido un grupo que se conforma, y aunque parezca sencillo hacer canciones que sean fieles al estilo que hemos venido desarrollando, tienen que tener una coherencia con toda la discografía, ya que nosotros evolucionamos en cada grabación como personas», comenta Sean Frutos, vocalista del grupo. El álbum suena más vigoroso y positivo, cada tema encaja perfectamente en el conjunto que logra transmitir el elepé. «La única incertidumbre que no estuvo presente durante el proceso de grabación fue la convicción de que estábamos siendo honestos a la hora de seleccionar cada uno de los temas que han entrado en el disco», recuerda Frutos.
Un año alejados de los escenarios y un disco que muestra la cara más positiva de la banda es lo que nos encontramos con los actuales Second. «Es el resultado de un paréntesis al que decidimos someternos de manera voluntaria con el fin de coger perspectiva y recuperar la ilusión que supone todo lo relacionado con el proceso creativo», reconoce. Cuando se editan siete álbumes, se hacen centenares de conciertos, se toca delante de miles de personas, a veces hay que volver a las 'raíces': al principio. «Ha sido como un ejercicio de introspección –señala Frutos– en el que cada uno de nosotros hemos indagado en los motivos que nos llevaron a utilizar la música como medio de expresión».
No solo la música y las letras son importantes para los murcianos, también aportan a sus trabajos ideas abstractas, inteligentes, que tocan otros sentidos. La portada retrata una escalera de caracol, metáfora arquitectónica y humana de los anillos concéntricos de un árbol. La naturaleza a través de la mirada urbana. «Las últimas semanas de grabación ya teníamos claro la importancia que había tenido la naturaleza como fuente de inspiración, y la estructura en hélice que podemos ver en una escalera de caracol se repite en el conjunto de cosas que existen», comenta a esta cuestión Sean. Plasmar el paso del tiempo, «así queríamos representar la combinación de experiencia y aprendizaje de todos estos años», sentencia Frutos.
Estando en lo más alto, en una de las cimas musicales, sobre todo a nivel compositivo. Second sigue en el camino de la auto edición. Trabajando con la presión que se ponen ellos, nadie más. En Montaña rusa (2013) se marcharon a Los Angeles a grabar, pero regresaron pronto a su filosofía de trabajo. Volvieron entonces a la auto edición en Viaje iniciático (2015). En su octava entrega continúan transitando por tan libre forma de trabajar. «Gracias a la auto edición, facilitamos que las canciones lleguen a quien quiera escucharlas al no haber intermediarios, por eso decidimos en estos últimos discos hacer el esfuerzo de gestionarlo nosotros mismos, sin menospreciar el trabajo de las compañías con las que hemos trabajado», comenta. Con todo, Second sigue necesitando de ayuda externa, son una banda consolidada y que arrastra ya varios sold outs en esta gira. «Actualmente, no tenemos discográfica, pero sí agencia de contratación (The Music Republic) y agencia de Management (EO!Música), ya que el trabajo en equipo termina siendo imprescindible», reconoce.
Una vez más, el primer sencillo de Second se clava en la memoria, su melodía se reproduce en bucle una vez escuchada. Es adictiva. Mira a la gente, vuelve sobre las pisadas de las grandes letras de sencillos como NADA o Más suerte. «Siempre he pensado que una canción tiene un significado real, que es el que le da el autor de la letra, y luego ese significado pasa a ser interpretable dependiendo de quien la escuche», reflexiona Frutos. Le digo que para mí significa alguien que vuelve a vivir después de una mala racha. «Es una buena interpretación», comenta. «Para mí, es una llamada de atención sobre la importancia que tiene la observación en el proceso de aprendizaje», sentencia.
La banda pasará por Alicante el 9 de febrero, en la fiesta de presentación del Spring Festival. No será una fiesta normal, las bandas que tocarán: Kuve, Villanueva y Olivia. Lo harán en acústico, algo más íntimo, más cercano al público, y sobretodo, más especial. «Siempre que vamos a tocar a Alicante volvemos a casa con las pilas muy cargadas. Nos hace especial ilusión presentar los temas de este disco en formato acústico, ya que es el formato más real y auténtico», dice el vocalista.
Su primer sencillo, Mira a la gente, me resultaba conocido. Algunas de las calles y de los bares. «Lo grabamos a principios de septiembre en dos localizaciones: Benidorm y la Residencia Virgen de la Salud en Alcantarilla», me comenta Sean. «Es un vídeo de Dr. Terociva dirigido por José Hortelano». En el mismo vemos a personas muy diferentes en una sala que deciden ponerse a bailar en una catarsis. «El guión y la idea también fue de José, que después de escuchar la canción, pensó en darle un giro, interpretando el mensaje que trasmite como si fuera una terapia de grupo donde al final todos los protagonistas terminan superando sus problemas con ayuda de la música», señala el cantante. Yo me siento a escuchar el disco y a dejarme transportar a otros lugares con la personal voz de Sean.
