MADRID (EP). El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido este domingo a todos los partidos "una desescalada de la tensión política" y ha abogado por la unidad para hacer frente a la crisis del coronavirus, poniendo como ejemplo el consenso alcanzado hace 40 años en la Transición.
En una comparecencia en el Palacio de la Moncloa, Sánchez ha subrayado que el Covid-19 no distingue de territorios ni de color político, por lo que la respuesta "debe ser común, unida". Esto debe hacerse, a su juicio, a través de un gran pacto de reconstrucción económica y social que se selle en los nuevos Pactos de la Moncloa que quiere impulsar el Gobierno y que el presidente quiere que se formalicen esta misma semana en una primera reunión.
Para este objetivo, el jefe del Ejecutivo ha insistido en dejar atrás "las palabras gruesas y el lenguaje agresivo". "Mientras prosiga esta crisis, solo unidad. Sin reproches ni críticas ni desplantes", ha pedido reclamando primero el apoyo del PP como primer partido de la oposición pero también del resto de formaciones políticas "sin excepción".
"Democracia significa pluralidad, pero también unión cuando tenemos el ataque de un enemigo común", ha sostenido recordando el ejemplo de hace 40 años y pidiendo a todas las formaciones que se inspiren en él. "Todos sabemos que cuando venzamos esta guerra necesitaremos todas las fuerzas país para vencer la posguerra", ha reconocido.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha asegurado que tiene la intención de poner en marcha una renta mínima vital "cuanto antes", según ha puesto de manifiesto en la rueda de prensa posterior a la videoconferencia con los presidentes autonómicos.
"Será una de las políticas públicas que pondremos en marcha cuanto antes y nos gustaría que la propuesta contara con el aval de los agentes sociales y de las fuerzas políticas, que pudieran ser parte de ese acuerdo por la reconstrucción económica y social que vamos a empezar de manera urgente", ha señalado.
La renta mínima vitalicia era "un proyecto de legislatura" que, según ha recordado Sánchez, estaba muy ligado a paliar la pobreza infantil antes de que se desencadenara la actual crisis del coronavirus.
Tras aprobar un paquete de medidas para paliar los efectos económicos del Covid-19 el pasado 31 de marzo que no recogía dicha renta mínima, el vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, anunció que estaba trabajando para que el ingreso mínimo vital fuese una realidad.
El pasado jueves, la vicepresidencia de Derechos Sociales y para la Agenda 2030 comunicó que había planteado a sindicatos y ONG la puesta en marcha de forma urgente de una renta mínima vital provisional que protegiese a las personas más vulnerables hasta que pueda articularse una medida permanente. Se trataría de una ayuda de 500 euros a la que podrían acceder los individuos con ingresos por debajo de los 200 euros o las familias cuya renta del hogar esté por debajo de los 450 euros.
Ahora, el presidente del Ejecutivo ha confirmado su intención de cumplir, cuanto antes, con dicho ingreso mínimo vital, un acuerdo de legislatura pactado por las dos fuerzas del Gobierno de coalición.
Durante su intervención, el presidente del Gobierno también ha anunciado que en los próximos días convocará a CEOE y a los sindicatos para tratar de impulsar nuevos pactos que permitan mitigar los efectos económicos y sociales de la crisis del coronavirus.
Sánchez ha indicado que, ante un coronavirus que "amenaza con triturar el tejido económico y social del país", se debe responder con medidas combinadas que eviten el contagio y permitan recuperar el sistema de salud, así como el colapso de la economía y los efectos nocivos sobre el empleo.
"Necesitamos un gran pacto para la reconstrucción económica y social del país. El acuerdo para la reconstrucción solo alcanzará plenamente sus objetivos con la participación de todos los partidos políticos. La oposición, toda sin excepción, debe ser parte de la reconstrucción económica y social", ha señalado.
Además, ha indicado que, en los próximos días, convocará a todas las fuerzas políticas, a los agentes sociales, a los sindicatos y patronales, y al conjunto de las comunidades y ha apuntado que, antes de que concluya esta semana, tienen intención de celebrar una reunión "para impulsar los nuevos pactos de La Moncloa".
Asimismo, el presidente del Gobierno ha reconocido que el acuerdo cerrado en Europa no alcanza sus demandas, pero permitirá una "inyección de energía" para paliar el "durísimo golpe" que está soportando la economía española. Por ello, el Ejecutivo español continuará reclamando una propuesta más ambiciosa y "un verdadero Plan Marshall".
El presidente del Gobierno también ha insistido en que la reactivación de las actividades no esenciales a partir de mañana no implica una relajación de las restricciones ni haber entrado en una fase de desescalada.
Sánchez ha recordado que esta semana se reanudan únicamente las actividades económicas hibernadas desde el pasado 30 de marzo, mientras el resto de las actividades que fueron interrumpidas al decretar el estado de alarma seguirán paralizadas.
"Quiero ser muy claro. No estamos siquiera entrando en la segunda fase, la fase de desescalada. Prosigue el estado de alarma y continúa, en consecuencia, el confinamiento general. Solo finaliza la medida extrema de hibernación en vigor durante estas dos últimas semanas, aprovechando la Semana Santa", ha recalcado.
En este sentido, ha afirmado que el Gobierno va a aplicar marcadores recomendados por el comité científico para medir la propagación de contagios y la capacidad de respuesta del sistema de salud, lo que servirá de guía en la futura desescalada, que comenzará, "como pronto", en dos semanas y "será progresiva y muy cautelosa".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha garantizado el suministro de mascarillas higiénicas a las personas que desde este lunes vuelvan a retomar su actividad laboral y que tengan que utilizar el transporte público.
En rueda de prensa, Sánchez destacó que el Ejecutivo garantizará que se utilice dicho material en determinadas circunstancias, entre las que se encuentra el transporte público, por lo que señaló que se va a suministrar a los trabajadores dichas mascarillas a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El jefe del Ejecutivo resaltó que este reparto, adicional al que los empresarios garanticen los EPI a sus empleados, se está coordinando desde las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno y aseguró que los trabajadores que vayan a recuperar su actividad laboral "van a contar con esa necesaria protección recomendada por parte de las autoridades sanitarias".