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la ilustradora de elche se formó en la easda

Rosa Medina, la aportación alicantina a la película de animación 'Klaus' que podría ganar un Óscar

9/02/2020 - 

ALICANTE. Rosa Medina es de Elche y tiene 35 años. Es animadora de personajes y descubrió su pasión después de pasar por las aulas de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante (EASDA), donde se formó como ilustradora. Su proyecto fin de ciclo fue sobre animación y ahí descubrió su vocación, así que decidió estudiar en València un curso de stop motion y de ahí marchó para Madrid en busca de ofertas laborales, donde actualmente continúa como freelance realizando ilustraciones, diseño gráfico y proyectos como la cabecera de la webserie Paradoja temporal

Más tarde estudió en la U-tad un máster de diseño de personajes. "Conociendo diversa gente del mundillo me salió un trabajo en Alicante, por lo que volví durante un tiempo", recuerda. Y es que la animadora también formó parte del equipo de Colores, el corto ambientado en el interior de la provincia que en 2018 optó al premio Goya al mejor cortometraje de animación. Con ese currículum en el que ya atesoraba cierta experiencia, no dudó en inscribirse para tratar de formar parte del nuevo proyecto que estaba preparando Sergio Pablos Animation Studios (SPA Studios) en sus instalaciones de Aravaca, Madrid. 

La noticia de los preparativos para comenzar a producir Klaus, fue un auténtico boom para el sector. "Desde que se escuchó que se iba a hacer esta película, hace algo más de dos años, gente de toda esta industria trató de participar en ella; fue increíble", recuerda la animadora. "El teaser tenía una pinta estupenda y Sergio Pablos, el director, está muy bien valorado; entrar ahí yo creo que era un sueño para todos los que nos dedicamos a esto", detalla la alicantina. "Apliqué al casting, pero entrar era muy complicado porque competía contra los mejores profesionales; allí ha trabajado gente de hasta veintidós países", describe. No obstante cuenta que, tras ver su protfolio, Marisa Román decidió darle una oportunidad.

Rosa consiguió entrar al proyecto de producción de la película Klaus en su última fase. Pasó a formar parte del equipo de Ink and paint, donde hay que colorear. "Antiguamente, en las películas de Disney, esa parte se hacía con temperas y pintando a mano los dibujos uno a uno", recuerda. Ahora, se hace a ordenador, pero también es fotograma a fotograma. Los animadores realizan el boceto, que se envía después a la fase Clean-up en la que limpian los dibujos hasta dejarlos en una sencilla linea negra. Más tarde llegan la parte en la que se les aplica color. "Se colorea la línea y también le damos color a los personajes", explica.

En su caso, se trataba de poner la guinda al pastel. "No puedes apartarte de los objetivos que te han marcado los directores de arte, pero siempre hay un pequeño margen para la libertad, como la creación de algunas paletas nuevas de colores", explica. A pesar de no ser la parte más creativa, ya que el proceso de creación y animación se había hecho previamente, sí es cierto que ha sido para ella todo un máster. "He aprendido a desenvolverme mucho más con los programas de edición que usábamos", explica. Para ella, que la película esté hecha en 2D es algo que le aporta algo muy especial. "Me encanta porque por la luz que tiene parece que sea de 3D, pero el 2D nos permite que los personajes sean más flexibles y se puedan estirar, haciendo caras súper graciosas", describe. 

Fotograma de la película

Solo en su departamento, que estaba supervisado por Pablo Fernández, ya había más de veinte personas. Unas labores en las que la alicantina participó a lo largo de tres meses, que recuerda como fantásticos. "Es el mejor trabajo en el que he estado nunca", destaca. Aquellos a los que admiraba los tenía ahí, a su lado. "El ambiente era muy bueno y muy emocionante porque estaba trabajando con la gente a la que admiraba desde siempre y a la que seguía en redes sociales para ver sus proyectos", relata. Ella disfruta animando, coloreando o en cualquiera de las fases de producción. "Mi sueño es la animación; esto es a lo que me quiero dedicar, así que espero que cuenten conmigo en el futuro", deja claro. 

De momento, que Klaus esté nominado al Óscar al mejor largometraje de animación, ya es un mérito que puede añadir a su currículum. Si gana, será mejor todavía. "No sé cómo lo voy a vivir pero, desde luego, con mucha intensidad porque yo he sido de las que siempre ha seguido la gala y me compraba revistas de cine desde pequeña, así que esto no lo puedo ni explicar; es todo un orgullo", cuenta emocionada la alicantina, que ha visto al menos diez veces esta película en la han llegado a trabajar, por momentos, hasta trescientas personas. 

Entre todas ellas, mucho talento de la Comunitat Valenciana. Solo en el departamento de Clean-up estaba Dana Benso, María Torregrossa y Jorge Pastor. En Producción estaban Deneb Sabater y Elena Esparcia. En cuanto a Lighting y Senior Lighting la representación valenciana era cosa de Pere Devesa, Raquel Villanueva y Ana Maciá. Por último, Desi Garrido en Layout y Animación, Iván Martínez en Compositing y Ximo Romero en Edición. Pero esos son solo algunos de los nombres que han llevado a este film hasta tal éxito. Ahora está por ver que esta película, que ya ha conquistado al público, definitivamente toque el cielo en la noche del cine por excelencia.

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