Comisión Permanente del Instituto Juan Gil-Albert celebrada el 15 de enero en el Palacio Provincial.ALICANTE. El plazo oficial para presentar candidatura a dirigir el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert finalizó el pasado viernes, 31 de enero, diez días hábiles después de que se hubiesen publicado las bases y la convocatoria en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP). Hasta este viernes, se han registrado un total de quince precandidatos, según los datos provisionales facilitados por la Diputación de Alicante, a falta de comprobar algunas vías telemáticas por las que también se podía hacer llegar la propuesta.
Las bases de esta convocatoria, las primeras que se establecen para elegir por méritos al director cultural de este organismo autónomo, establecen que solo puede haber cinco candidaturas finalistas, así que será necesario hacer una preselección para descartar dos tercios de esas propuestas registradas. Tarea que recaerá en una comisión formada por tres funcionarios de la propia Diputación de Alicante con categoría A1, que son los encargados de realizar funciones directivas de gestión, inspección, ejecución, control, estudio y propuestas de carácter administrativo de nivel superior.
Las labores de preselección se realizarán a lo largo de esta semana, cuando se analizará si cada propuesta cumple con los requisitos exigidos, y después se procederá al análisis de las mismas para comprobar los méritos contrastados que se aportan. Un proceso que, según se ha comunicado, deberá haber finalizado durante la primera quincena del mes de febrero.
El principal requisito que se establecía para optar al cargo era la posesión de titulación de licenciatura o grado. Además, los aspirantes debían mostrar los proyectos más relevantes que hubiesen desarrollado a lo largo de su carrera profesional, relacionados con las tareas propias del director cultural del IAC Juan Gil-Albert. Lo que afectará, por tanto, a su programación. Unas funciones para las que se ha aumentado la asignación presupuestaria este año, con 1.393.300 euros, casi un 12% más que el año pasado.
Este ‘examen’ tendrá en cuenta la experiencia en tareas dirección, coordinación y gestión de proyectos culturales, especialmente en el ámbito público, además de la autoría de publicaciones como novelas, ensayos o biografías, e incluso la posesión de doctorado y la experiencia en docencia universitaria en el ámbito de la cultura. Puntos que serán claves para declinar la balanza en favor de uno u otro aspirante.
El artículo 29 de los Estatutos del IAC Juan Gil-Albert, que dispone que el director cultural “será cargo honorífico designado por la presidencia”, ha sido el principal escollo para la convocatoria de este concurso de forma oficial. No obstante, la vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, ha optado por hacer explícito su deseo de “designar el mejor candidato conforme a los principios de mérito y capacidad”, abriendo así la posibilidad a que se realice cumpliendo los criterios establecidos por el departamento jurídico de la Diputación.
“La iniciativa ha sido diseñada con el único propósito de imponer mayor transparencia en la elección de este importante cargo, que en los próximos años será el responsable de conducir una de nuestras instituciones más emblemáticas”, remarcó la vicepresidenta.
