Quién tiene una cubierta tiene un tesoro: así es la revolución energética del autoconsumo en edificios

ALICANTE. La democratización ha llegado al sector de la energía. Esta la conclusión a la que han llegado este jueves los participantes en la jornada técnica La autosuficiencia enérgetica y rentable: la energía fotovoltaica y la tecnología, celebrada en el complejo patrimonial de Torre Juana, en Alicante. El economista José Carlos Díez es quien augurado, junto a la directora general de Industria de la Generalitat, Empar Martínez, los profundos cambios que vienen en el sector de la energía, gracias a las entrada en vigor de los reales decretos que regulan el autoconsumo. Y dentro de este campo, los primeros que comprobarán esos cambios, según Díez, son las comunidades de propietarios de los edificios, que en breve recibirán ofertas para que instalen placas fotovoltaicas en sus tejados, a cambio de energía gratuita para los propietarios y la comercialización para las empresas instaladoras o comercializadoras durante un periodo de años.

Díez ha detallado un escenario revolucionario en el mundo de la energía, no sólo por los cambios legislativos, sino por la reducción de costes que se ha producido en las placas fotovoltaicas y el poco tiempo con el que se puede amortizar una instalación. Así, ha detallado que una placa costaba 700 euros en 2007, ahora cuesta 70 euros, con la misma placa se reduce un 95% del coste por kilóvatio de luz. "Esto supone un shock para la economía española; le genera una oportunidad estratégica respecto a sus socios de la Unión Europea por las muchas horas de radiación de sol que tiene la franja este y sur del país", ha expuesto el popular economista, que ha atribuido la bajada de costes a los avances tecnológicos que se ha hecho en China con las placas.

Además de la reducción de los costes, Díez ha expuesto que la instalación de placas fotovoltaicas para autoconsumo doméstico generará "una democratización de la energía, acabará con el oligopolio de las grandes compañías y supondrá importantes ahorros para las familias". Ha considerado que España puede ahorrar en los próximos años 20.000 millones de euros. Asimismo, ha dicho que con la regulación ya definida, es un sector que no depende de la administración pública, que será desarrollado completamente por la privada y que lo único que puede hacer el sector público es incentivarlo con la reducción del IBI, como se ha hecho en Madrid, con una bajada del 50%.

Empar Martínez Bonafé, de la Generalitat Valenciana, por su parte, ha defendido los beneficios que tiene el autoconsumo y los avances que ha tenido la regulación en los últimos años. Sostiene que ahora el autoconsumo es rentable, su instalación tiene menos burocracia administrativa y, además, ayuda a reducir los efectos del cambio climático: se gasta menos en el transporte de la energía; hay más eficiencia energética; menos costes para la empresa consumidora y, por lo tanto, más competitividad y, además, se puede aprovechar del desarrollo que se haga a través de las TIC.

José Gutiérrez, de Administrapolis, empresa que se dedica a la administración de comunidades de propietarios, ha expuesto que ya son muchos colectivos de dueños que están recibiendo ofertas de las empresas para la instalación de placas. Dice que el gran obstáculo está en que los propietarios acepten la propuesta y que para ello, es necesario el visto bueno del 30%, algo que es más fácil en los edificios de menos propietarios y más difícil en los grandes.

Pero la ejemplificación de los beneficios del autoconsumo en edificios ha venido de la mano de Sebastián Martínez, de PV Solar. Su máxima es quien tiene un cubierta, tiene un tesoro, por los ahorros que puede conseguir en la factura de la luz. "O lo hacen los propietarios, o se lo harán las grandes compañías", ha simplificado. Martínez ha detallado algunas de las ventajas del autonconsumo: además de la rentabilidad, ha destacado que no genera contaminación, algo que en ciudades como Madrid es muy importante, porque hay mucha acumulación de CO2; y la reducción de la factura puede llegar al 60%. En cuanto a la burocracia para la instalación, ha indicado que lo que antes tardaba seis meses en conseguir el permiso, ahora se hace en 30 días y con una declaración responsable.

Martín ha destacado, asimismo, que en la Comunitat Valenciana, el autoconsumo puede generar además muchos empleos. En concreto, 21.000 en los próximos años. Y que para los edificios, la amortización de la instalación fotovoltaica se puede conseguir en cinco años o menos. "No es un coste, es una oportunidad, que tiene un mantenimiento mínimo".

Y además, ha aventurado que una vez estén en marcha las instalaciones, el ciudadano o el propietario tendrá capacidad de decisión para distribuir cuando hace uso de la energía, como la solar, que es gratuita. Así, ha detallado que el usuario podrá, por ejemplo, poner en marcha la lavadora o el lavavajillas a media mañana, cuando la ola solar es más intensa y, por lo tanto, no recurrir a la eléctrica convencional. A su juicio, se va simplificar el uso de la energía y su digitalización: desde el propio teléfono móvil podremos decidir.

El director general de las TIC de la Generalitat Valenciana, Pedro Pernías, ha afirmado que el autoconsumo de la energía puede provocar la uberización del sector y, por tanto, una simplificación y reducción de costes para el usuario. Pernías considera que ante este nuevo escenario, es previsible un crecimiento rápido del sector gracias a estas pequeñas compañías que ofrezcan servicios a las comunidades de propietarios porque las grandes son más resistentes al cambio. Habrá otro tipo de compañías eléctricas, ha augurado.

Por último, han cerrado la jornada los responsables de Baes Murcia, Julián Valero; Juan Carlos Trujillo, de Lucentia Lab, y de Moisés Jiménez, de Elegy Energía, quienes ha abordado la aplicación de nuevos procesos innovadores y tecnologías en la gestión de la energía.