La candidata a la Alcaldía de Alicante por el PSOE, Ana Barceló, tras su elección, junto a concejales y militantes de la agrupación. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. El PSOE de Alicante pulsa el botón y activa el proceso para la confección de su candidatura electoral para las municipales del próximo 28 de mayo. Lo hace con la convocatoria de la asamblea de listas en la que el conjunto de los militantes están llamados a elegir a los aspirantes que puedan inscribirse en el proceso para formar parte de la papeleta municipal. Y también de la autonómica. Salvo modificación de última hora, esa asamblea ha quedado fijada para el próximo 26 de febrero, entre las 10:00 y las 20:00 horas, en la sede de UGT de la calle Pablo Iglesias: el escenario habitual al que los socialistas suelen recurrir para la celebración de actos en los que se esperan grandes afluencias.
La convocatoria quedará formalizada en los próximos días con su correspondiente notificación al conjunto de los afiliados, según fuentes consultadas. Eso sí, a ese formalismo se llegará prácticamente con todo abierto, salvo el nombre que encabezará el ticket electoral: el de Ana Barceló, ya ratificada como candidata tras imponerse en las primarias celebradas el pasado mes de octubre. A partir del número 2 (incluido), todo es una incógnita, ya que nadie ha planteado ni negociado una propuesta oficiosa sobre los nombres que podrían contar con el aval de la agrupación local del partido, de la propia Barceló y de la ejecutiva regional para quedar integrados en la candidatura.
A once días vista, queda margen para que se pueda fraguar una propuesta de consenso. Máxime si se tiene en cuenta que cualquier aspirante puede registrarse en el proceso hasta 24 horas antes de la votación y que, tradicionalmente, las candidaturas del partido se han negociado en el último momento, según insistieron en señalar fuentes consultadas. En todo caso, sí se ha dado a conocer dos posiciones aparentemente contrapuestas que, sin embargo, también podrían interpretarse como complementarias.
La primera es la expresada por el sector mayoritario de la agrupación, que controla la ejecutiva con Miguel Millana como secretario general. En ese ámbito, ya se ha reivindicado la conveniencia de que se apueste por la experiencia en la composición de la candidatura para evitar desajustes como los experimentados en los comicios de 2019 y, así, garantizar cierta continuidad en la labor política desarrollada en los últimos cuatro años en el Ayuntamiento. Esa posición sería proclive a que pudiese repetir en la candidatura un porcentaje representativo de los actuales concejales. Se trata de Paco Sanguino, Trini Amorós, Miguel Millana, Lara López, Raúl Ruiz, Lola Vílchez, Manuel Marín, Llanos Cano y Manuel Martínez.
No parece que vaya a apostarse por reeditar la propuesta de Sanguino para que pueda formar parte de la nueva candidatura, tras el episodio protagonizado durante los meses de agosto y septiembre en los que el partido interpreta que el ya exportavoz planteó un pulso innecesario. A priori, el suyo sería el único descarte que generaría consenso. Sobre el resto de miembros del grupo municipal actual, no habría nada decidido, aunque se ha especulado con la posibilidad de que se dé por confirmada la continuidad de la portavoz adjunta, Trini Amorós, toda vez que ya trabajó codo con codo con Barceló durante la pasada legislatura como jefa de gabinete de la Conselleria de Sanidad.
En todo caso, ahí entraría en juego la segunda posición que también se ha puesto de manifiesto hasta ahora: la expresada por la misma alcaldable. Barceló ha dejado clara su intención de confeccionar su propio equipo, aunque supeditado a la escucha del conjunto de la asamblea.
En esta línea, ha llegado a trascender que uno de sus objetivos sería el de incorporar al de candidatos independientes para acompañarla en la lista con la que aspira a alcanzar el gobierno de la segunda ciudad de la Comunitat. No obstante, hasta ahora ella ha venido midiendo los tiempos sin referirse a ninguna posibilidad concreta, sabedora de que cuenta con el aval de la dirección regional del partido y del mismo secretario general del PSPV, Ximo Puig, para proponer. Y que sus propuestas serán escuchadas, toda vez que el orden de la candidatura que pueda ser votada en la asamblea de listas del próximo día 26 puede quedar alterado con la intervención posterior de las ejecutivas local y autonómica, como establecen los estatutos, antes de que llegue a ser refrendada por el comité federal.
En ese proceso, como ha sucedido en el pasado, puede entrar en juego la negociación de la composición de la candidatura para las autonómicas, de modo que pueda acordarse un equilibrio proporcional entre todas las sensibilidades del partido que dé cabida tanto al sector mayoritario de la agrupación local, alineado en torno a Millana y el histórico dirigente Ángel Franco, como a los antiguos sanchistas (hoy identificados como soleristas), y que, al tiempo, satisfaga las demandas de Barceló.
