ORIHUELA. El Ayuntamiento de Orihuela ha protagonizado en las últimas horas una nueva polémica relacionada con fiestas durante esta Navidad. Esta vez el "charco" no ha salpicado a la edil de Fiestas, Rocío Ortuño, sino al edil de Cultura, Gonzalo Montoya (Vox) y, de rebote, al de Urbanismo, Matías Ruiz (PP). El origen de la polémica radica en la cancelación, en un primer momento, de la Noche Bling de Orihuela, un evento benéfico contra el cáncer de páncreas organizado por Agustín Gómez, conocido por su faceta de DJ en Orihuela y también por ser el redactor jefe de la revista Shangay. Una publicación de Andrés Gómez en la que señalaba que el Ayuntamiento había autorizado una fiesta organizada por las embajadas de los Moros y Cristianos de Orihuela el 23 de diciembre, mientras que su evento benéfico para Nochebuena no había obtenido autorización, desataba las críticas.
Una polémica que se veía incrementada horas después con una publicación de la propia revista Shangay que planteaba la sombra de la LGTBIfobia como la razón de la cancelación del evento benéfico, alegando unas cuestiones administrativas que no suponían ningún problema en el caso de la fiesta planteada por las embajadas festeras, que llevan días promocionando esta fiesta. La gestión de la Noche Bling en las otras tres convocatorias anteriores (el evento nació hace cinco años pero la pandemia imposibilitó la celebración en 2020 y 2021) depende de Cultura, dirigida ahora por Vox, por lo que se alimentaba esa sombra de LGTBIfobia por los claros antecedentes de la formación de ultraderecha.
Para entender el origen de la polémica, hay que retrotraerse varias semanas atrás. Inicialmente, la Concejalía de Fiestas había programado la instalación del Belén Municipal en La Lonja de Orihuela. Finalmente se decidió hace tan solo unos días trasladarlo a la antigua oficina de turismo, ahora vacía. Sin embargo, antes de tomar esa decisión, se solicitó por Agustín Gómez la celebración de la Noche Bling y, por parte de los Moros y Cristianos, la fiesta para recaudar fondos para las embajadas. Como a priori La Lonja iba a estar ocupada durante todo el mes de diciembre, se denegaron ambos eventos. A Agustín Gómez se le ofreció La Glorieta para hacer la fiesta, tal y como ha confirmado él mismo a este medio, mientras que las comparsas que forman las embajadas de Moros y Cristinos optaron por pedir un corte de calle para llevar ese tardeo a una zona exterior.
Una vez trasladado el Belén Municipal (que se inaugura hoy) a la antigua oficina de turismo, más conocida como "la pecera", La Lonja quedó "libre", por lo que se le comunicó a ambas partes la disponibilidad del espacio. En este punto hay que señalar que la implicación del Ayuntamiento en una y otra fiesta es algo diferente: En el caso de la de Moros y Cristianos el Consistorio, según apuntan desde el propio Ayuntamiento y los organizadores de la fiesta, tan solo concede el permiso de ocupación de La Lonja o de la vía pública. Todo el equipamiento (sonidos, luces, barras para las consumiciones, etc.) corre a cargo de los organizadores. En el caso de la Noche Bling, el Ayuntamiento corría también con la contratación de escenarios, pantallas, sonido, etc, por lo que la gestión administrativa es mucho mayor. Esta es la razón que señalan desde el Ayuntamiento para que, tras los vaivenes en cuanto al cambio de ubicación de ambos eventos, se haya tenido que cancelar la Noche Bling: No hay tiempo para realizar los trámites de Contratación que requiere el expediente. Sí se autorizó la de Moros y Cristianos porque el trámite era simplemente conceder esa ocupación del edificio.
Pero entonces, ¿por qué se ha cancelado finalmente la fiesta organizada por las comparsas de Moros y Cristianos? Aquí es donde entra en juego la Concejalía de Urbanismo, que en la mañana de ayer emitió un comunicado en el que aseguraba que el edificio de La Lonja carece de licencia para realizar eventos lúdicos y "su uso es exclusivamente como conservatorio, auditorio y actividades compatibles de carácter cultural". Por tanto, desde el Ayuntamiento señalan que ese uso festivo que se ha dado en los últimos años es irregular, mientras que otras fuentes municipales apuntan a Cs como responsables de las áreas de Cultura, Festividades y urbanismo en la anterior legislatura, si bien el responsable final era el alcalde, Emilio Bascuñana hasta la moción de censura de abril de 2022. Por tanto, para que La Lonja pueda albergar de nuevo eventos festivos "se tendrá que abrir un procedimiento que supondrá la actualización de todas las medidas de seguridad (contraincendios, evacuación, aforo…) que se incluirían en el anexo de actividades siempre que sean compatibles", añade el Consistorio.
La cronología de los acontecimientos no ha hecho más que reavivar la polémica. Primero se autoriza la fiesta de Moros y Cristianos y se deniega la de la Noche Bling. Tras la polémica por la cancelación de este último evento sale esta resolución de Urbanismo relacionada con la licencia y usos de La Lonja, obligando a cancelar a las comparsas una fiesta que llevaban día promocionando, llegando incluso a desistir del permiso solicitado a Vía Pública para organizar la fiesta que en un primer momento iba a ser en la calle al estar ocupada la Lonja y que finalmente les autorizaron allí al quedar libre por el traslado del belén a la pecera. Una situación que obligó ayer a los Moros y Cristianos a pedir de nuevo autorización para la ocupación de la vía pública, por lo que de momento esa fiesta anunciada para la tarde del 23 de diciembre queda en el aire. Así, en al aire queda también la duda de si la retirada de la autorización a Moros y Cristianos llega por la polémica tras cancelar la Noche Bling o si, efectivamente, se debe a problemas administrativos por la falta de licencia de la Lonja, detectada, según el equipo de gobierno, en los últimos días y confirmada ayer con los informes técnicos.