VALENCIA. El técnico del Valencia CF, Salvador González ‘Voro’, organizó un asado en las instalaciones valencianistas tras el entrenamiento de ayer para dar la bienvenida a Zaza y Orellana que están en pleno proceso de integración con sus nuevos compañeros y para fortalecer los lazos dentro del grupo.

Voro aprovechó la cita programada para arropar a la plantilla blanquinegra. El objetivo es atajar cuanto antes una nueva crisis que ha azotado al equipo. Después de dos derrotas consecutivas, especialmente la sufrida el pasado sábado en Mestalla por 0-4 ante la SD Eibar, las dudas han vuelto a aflorar dentro del valencianismo que ha perdido el rastro de la imagen que dio el Valencia CF ante el RCD Espanyol y en Villarreal.

Por ello, el cuerpo técnico planificó durante la jornada de ayer una comida tras el entrenamiento en la ciudad deportiva de Paterna para que el grupo estreche lazos y se una para un mes importante para el club de Mestalla, que necesita alejarse definitivamente de la zona de descenso a Segunda División. 

El ambiente dentro de la plantilla está marcado por una alta tensión debido a la delicada situación deportiva que atraviesa el Valencia CF esta temporada. Los malos resultados han originado grietas en la cohesión del grupo tal y como refleja el rifirrafe que surgió en el entrenamiento del pasado domingo entre Munir El Haddadi y Nani o Siqueira con Zakaria Bakkali. 

Por tanto, este clima ha provocado que Voro haya querido reforzar la unión dentro del vestuario. Enzo Pérez lideró la iniciativa del técnico de L’Alcudia y ejerció de capitán al encargarse del asado que aglutinó a toda la plantilla con la colaboración de su compatriota Ezequiel Garay. En este sentido, el ‘8’ valencianista demostró su compromiso con el grupo a pesar del interés de River Plate antes en incorporarle antes del 21 de febrero.