Nadie va a sacar a 'Pacheta' de su raíl. Cuando el entrenador burgalés dice que son cincuenta puntos, son cincuenta puntos. El mensaje del técnico del Elche CF no se mueve un solo milímetro, a pesar de los números, tendencia y sensaciones que destila un equipo que pelea desde el sexto puesto de la clasificación por lograr lo antes posible la mágica cifra que le permita cambiar el chip de su objetivo inicial.

No seré yo quien contradiga la experiencia futbolística de 'Pacheta', menos aún cuando he visto diluirse y apagarse a un equipo a falta de diez partidos para el final de la temporada, para consumar un descenso que parecía imposible. Pero, es que ya que hablamos de imposibles, es imposible comparar este equipo con aquel que dirigía Alberto Toril, muerto físicamente y hundido anímicamente. Si ‘Pacheta’ martillea la idea es más por frenar la euforia de un entorno, que por la duda de si un grupo de jugadores puede conseguir lo que la inercia deportiva le empuja.

Este equipo compite, tiene una idea y un modelo afianzado, es reconocible, y eso es más importante que marcarse un objetivo porque, con esas herramientas y aunque ahora sepa a poco con cuarenta puntos seguir hablando de permanencia, el Elche CF ya está peleando por el 'play-off' de ascenso. Tarde o temprano, el devenir de la temporada y la media de constancia que ha trazado el conjunto franjiverde desde allá por el mes de agosto, cuando empezará el curso deportivo, permitirá llegar a la orilla en busca de nuevos retos.

El sábado toca seguir remando. Vaya partidazo. Sinceramente, de los que si se juegan en Primera División no sorprendería a ningún aficionado del mundo del fútbol español. Elche CF y Real Zaragoza llegan, además, en los mejores momentos de sus temporadas en cuando a sensaciones y clasificaciones. Una prueba de fuego para el equipo de 'Pacheta' que quiere poner el listón más alto todavía.