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el levante celebra esta tarde su asamblea general de accionistas con el apoyo de la fundación 

Una Junta con mucho que aclarar 

  • CARLA CORTÉS

VALÈNCIA. En medio de la profunda crisis deportiva en la que vive inmerso el Levante, la Junta General de Accionistas aparece como una ventana para la explicación de Quico Catalán y su Consejo de Administración acerca de la gestión del club en un último año en que todo se ha revuelto en Orriols. Tras las reuniones de la semana pasada para la decisión de la dirección del voto, se aprobaron en el Patronato los apoyos las cuentas y el presupuesto del próximo ejercicio, con el respaldo de la Fundación, máxima accionista del club, y la oposición de la Delegación de Peñas y el Foro de Responsabilidad y Opinión Granota (FROG). Es decir, la gestión del Levante no encontrará demasiadas pegas para aprobar sus cuentas esta tarde, pero sí tendrá la obligación de dar explicaciones sobre el modo de procecer de los últimos meses. 

Para empezar, el club reflejó en su balance económico del ejercicio 20/21 unas pérdidas de 23,2 millones de euros antes de impuestos, los peores números de la entidad de Orriols desde que Quico Catalán ocupa la silla de presidente, hace once temporadas. El Levante había presupuestado un ligero beneficio de 133.000 euros para cerrar el ejercicio que le compete aclarar esta tarde, pero el hecho de que no vendiera a ningún futbolista durante el mercado de fichajes del pasado verano -tal y como se había comprometido por una cantidad de 16,5 millones de euros- ha disparado ese déficit. La entidad ya explicó que las causas de tales cifras se deben al descenso en ingresos de televisión, a la ausencia de los mismos por abonos durante la pasada campaña y a gastos derivados de la pandemia, pero lo cierto es que la economía levantinista vive ahora mismo en pleno terremoto. 

A ello se suma, lógicamente, una crisis deportiva que también sacude la caja. Van cinco ceses en los primeros cuatro meses del curso -Paco López, Javi Pereira, Manolo Salvador, David Navarro y Manu Fajardo-, a lo que hay que sumar el perjuicio que supondría para el club un descenso, muy cercano a estas alturas, a Segunda División en materia de plantilla e infraestrucutras. Respecto a lo primero, el Levante ha ido aumentando paulatinamente el gasto en plantilla en las últimas tres temporadas: 40,6 millones de euros es el desembolso actual en salarios frente a los 31,2 del ejercicio 19/20. Mientras, en relación a las obras del estadio -pendientes de iniciar su fase final- y la construcción de la Ciudad Deportiva de Nazaret que habrá de ponerse en marcha en 2022, la entidad granota confirmó la recepción de una cifra cercana a los 70 millones de euros provenientes del acuerdo de La Liga con el fondo británico CVC, con un plazo máximo de amortización de 50 años. De ese montante, el 70% ha de ir destinado a infraestructuras e innovación tecnológica. 

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