VALÈNCIA. El Levante pone el objetivo del ascenso en stand by. La Copa 'mola', pero aparece en medio del camino hacia el ascenso directo para los de Calleja, que por inoperantes resultados de rivales o por los propios todavía no ha conseguido cerrar una jornada por encima de los dos primeros clasificados en Liga. Es algo que no impacienta a un técnico que continúa viendo a sus chicos caminar rectos y ordenados en el espinoso sendero a Primera, pero que este miércoles habrá de idear una nueva fórmula para que el torneo del KO continúe vivo en el Ciutat de València. 

A todas luces, este año la Copa del Rey apenas alcanza el adjetivo 'ilusionante' en Orriols y cae en medio del deber de sortear las dificultades del Levante como sociedad. La necesidad de regresar a la élite es tal que avanzar en la competición no llena el tanque de entusiasmo si se compara con el incesante deseo de consumar el ascenso. Lo de hoy, ante el Andorra, es en realidad un reto anímico para un Levante que sigue sin perder a las órdenes de Calleja, y ya van 11 encuentros contando el de la primera eliminatoria copera ante el Olot. 

En cualquier caso, la cita es propicia para cargar de minutos y, a poder ser, de confianza, a las piezas que menos están contando para el preparador madrileño, que insiste en el compromiso de los menos utilizados. Joan Femenías tiene su puesto asegurado hoy bajo los palos, Franquesa podrá ser titular por segunda vez con Calleja al volante -solo lo ha sido en Copa-, Postigo regresará a la zaga, Cantero y Wesley habrán de demostrar -el canterano ya lo hizo en Olot- y se abrirá de nuevo el telón del filial: Carlos Giménez y Hugo Redón ya jugaron en el primer envite del torneo.