VALÈNCIA. El Levante vuelve a atravesar un momento de extrema incertidumbre en lo deportivo. Javi Calleja vive, otra vez, un momento clave en el banquillo granota. El domingo los suyos se enfrentarán ante la revelación del campeonato, un Racing de Ferrol que, sin embargo, ni es el más fuerte de la categoría en A Malata ni aterriza en el duelo en un buen momento -no gana en su domicilio desde el pasado mes de diciembre-. Los de Cristóbal Parralo también titubean, pero el Levante es hoy todo un mar de dudas. Tanto que el encuentro en tierras gallegas tiene un aroma a 'match ball' para Javi Calleja, como ya lo tuvo la visita del Valladolid. Aquella que el cuadro blaugrana solventó con un 2-1 balsámico.
Porque el Levante ha demostrado esta campaña ser un equipo de dinámicas. De entrar en el nuevo año siendo el mejor de la Segunda División, a ostentar hoy registros de mitad de tabla, donde precisamente se ubica. Seis de los últimos quince puntos en disputa representan un pobre bagaje que puede empeorar si no se suma de tres en Ferrol. Y de esos números, estos lodos: el equipo ha vuelto a la casilla de salida. Arrancó el campeonato en la undécima posición tras el empate -con polémica- en Lezama contra el Amorebieta y, si no consigue el triunfo este fin de semana, podría quedar a seis de la promoción. Hoy, esas plazas de play-off se avistan a solo tres puntos, pero con otros cuatro clubes por delante acechando el mismo objetivo. Un mar... de equipos.