VALÈNCIA. El Levante llega a Tenerife en plena erupción. Después de explotar la pasada semana ante el Alavés, en un encuentro -el mejor de la temporada- que bien pudo considerarse un oasis en medio de dos meses de dudas, los de Javi Calleja tienen ahora el camino del ascenso muy marcado. Hoy, una victoria significa dormir en el liderato. Son cuatro citas, doce puntos en el horizonte, y la a priori de más altura se juega esta tarde en la isla. El conjunto de Luis Miguel Ramis no llega ni mucho menos pletórico y tiene pocos objetivos entre manos: no habría de erupcionar el Levante, sino el Teide para que los tinerfeños acabasen peleando por no descender en la última jornada. Pero aún así el calendario granota es tan aparentemente favorable respecto a sus oponentes que la cita de hoy se considera clave, la más difícil de las que restan.
Y es que, entre esa misma agenda y los duelos directos de la jornada, si los granotas logran ganar en el Heliodoro Rodríguez López podrían dar un paso hacia el ascenso tan gigante como los acantilados de la isla. Sobre todo tras el empate de ayer de Granada y Alavés -con quienes cualquier empate final a puntos vale para clasificar por encima- y lo que pueda ocurrir en el Eibar - Las Palmas del lunes. Caer, sin embargo, pincharía el globo de una semana bonita en Orriols: de ilusionarse con cerrar el ascenso incluso antes de tiempo en Villarreal si se hacen los deberes, a poder acabar el fin de semana de vuelta en la quinta posición. Un empate, resultado probable atendiendo a las bajas y las últimas salidas del equipo, emplazaría el examen a futuras batallas.
Porque todo es posible. Tanto si el Levante acaba estallando de júbilo en Tenerife como si pierde otro tren directo a Primera. Nada es definitivo, pero sí definitorio. El partido, clave. Puede marcar un antes y un después en un mes que será blanco o negro. Y para ello Calleja cuenta con siete bajas importantes. Roger Brugué, Pablo Martínez, Vezo, Cárdenas, Campaña, Postigo y Montiel -estos dos últimos al cumplir ciclo de amonestaciones- no serán de la partida; sí podrán serlo Róber Pier y Álex Muñoz, que empezaron la semana con su viaje a Canarias en tela de juicio. Está mejor el gallego que el alicantino, pero el técnico se ha llevado a ambos en pos de tener alternativas en el banco.
Puede ser el partido de la vuelta de Mustafi al ruedo casi ocho meses después. Todo apunta a que el alemán va a vivir su reestreno como granota tras ser uno de los cinco esta temporada en pasar por quirófano. Saracchi es otro de los nuevos en la lista y también podrá apuntarse al once, a no ser que Calleja elija a Son a banda cambiada o fuerce al propio Álex Muñoz. Todos los focos están en la defensa, porque a partir de la medular la alineación del Levante presenta pocas dudas. A expensas de posibles sorpresas, se recita de memoria: las bajas y el regreso de De Frutos marcan el camino de la ofensiva.
