ALICANTE. En unos días cumpliré 27 años. Hay quién me pondría más edad (no le culpo), pero esto supone para mí un reto importante. Cuando de pequeño jugaba al PC Fútbol, la edad límite que me imponía para fichar jugadores era, precisamente, 26 años. Ahora, quitando el hecho de que jamás he sido capaz de darle dos veces seguidas al mismo balón con el pie, no me contrataría a mí mismo por una cuestión de edad.
No me escondo cuando digo, que a cada año que pasa, soy más "vinagre" para muchas cosas. Recuerden, aún no cumplo 30. Esta semana, tras otra victoria del Hércules, en este caso ante el Cornellà, cierto sector de la afición se empeñaba en crear problemas donde no los hay. El caso del 'speaker' me ha recordado aquello de la jaula de techo infinito y la libertad de expresión. Personalmente, y como trabajador de una televisión de carácter público como es Alacantí TV, corté de raíz las manifestaciones u opiniones sobre determinados temas en redes sociales. Hay responsabilidades que implican sacrificios, y mi forma de entender el que hasta hace unos meses era mi trabajo, pasaba por respetar que, ya que mi sueldo sale del bolsillo de todos los alicantinos, no tenía motivos para posicionarme en uno u otro sentido.
Una jornada de trabajo en València le ha costado a Pablo, 'speaker 'del Hércules, el linchamiento social por realizar una animación de un evento con la camiseta del club de esa ciudad. Es fácil criticar desde el sofá a una persona que hace cada semana cientos de kilómetros para ganarse el pan, mientras alabamos a jugadores que, probablemente, buscarán mejor acomodo a final de temporada. Ni héroes ni villanos, aquí todos intentamos buscarnos la vida de la mejor manera posible. Tampoco entenderé jamás el fanatismo en una rivalidad, que como poco, está en vía muerta. En los últimos 30 años, el Hércules se ha medido en partido oficial de Liga la friolera de 4 veces al conjunto che. Que me lo vendan como rivalidad territorial (y de eso podríamos hablar largo y tendido), pero en lo futbolístico, hace varias décadas que el Hércules no puede tratar de tú a tú al conjunto de la capital del Turia. A su filial sí. Triste, pero cierto.