ALICANTE. "Orgulloso" con el trabajo de los suyos, pero no solo en el partido de este sábado, también con su antecesor en el cargo, decía sentirse Chema Sanz, técnico del Valencia Mestalla desde hace solo unos días tras el cese de Miguel Grau.
Para el preparador valencianista su equipo había merecido más en el Rico Pérez, algo que aseguraba que le venía ocurriendo durante todo el curso y ponía el acento en dos acciones concretas en las que la decisión final del árbitro no había favorecido a los intereses del filial: un posible penalti sobre Fran Navarro en el inicio de la segunda mitad y un falta en la jugada del tanto del empate del Hércules. Ambas acciones fueron protestadas por sus jugadores, pero ni el árbitro aguileño José David Martínez Montalbán ni sus asistentes apreciaron nada punible. Por las dos jugadas también fue preguntado en el técnico del Hércules, Lluís Planagumà, que decía "tener que verlas", recordando a continuación que arbitrajes precedentes había dejado pasar jugadas "más claras.