VALÈNCIA. Álex Valle está al caer, Carlos Álvarez e Iván Romero llegaron prácticamente sin coste -por el exdelantero del Tenerife sí se ha pagado una cifra simbólica- y una vez se cierren las salidas de De Frutos y Cárdenas rumbo al Rayo Vallecano, será el turno de la portería y el costado diestro. Son los pasos a seguir que está dando Felipe Miñambres desde que se dio el teórico carpetazo al proceso de cambio de dirigencia en el Levante. Y además, con empeño en cuidar la maltrecha economía en Orriols: solo en la doble operación con Víctor Orta por las perlas sevillistas se ha desembolsado cierta cantidad, pero el resto han llegado sin coste adicional. Y la intención es seguir por ese camino de austeridad en las incorporaciones.
Mientras, las salidas ya han dejado alrededor de 12 millones de euros en caja, una cantidad que engordará en los próximos días con los traspasos de De Frutos y Cárdenas. Son los dos puntales, de entre los previstos a coger la rampa de salida desde que no se consumó el ascenso, que restan por abandonar el club granota.
Álex Valle, al caer
Una vez resuelta la papeleta del punta -aunque no es descartable dar con nuevas oportunidades de mercado en el frente ofensivo- y la incorporación de Algobia como pieza añadida en la medular, la defensa pasa a ser prioridad absoluta. Calleja alineó en Lezama a sus únicos cuatro zagueros de primer equipo, dejando el carril diestro para un Dela que, aunque no es novato en la posición, no es la demarcación para la que se le reclutó. Más allá de Xavi Grande y Marcos Navarro, y el polivalente Álex Muñoz, no hay carrileros, y es esa la parcela a reforzar de manera urgente. Si puede ser para la visita del Burgos este próximo fin de semana, mejor que para el viaje a Cartagena.