VALÈNCIA. El Levante vuelve por fin al Ciutat para poner fin a ocho meses de peregrinación. Eso ocurrirá seguro, porque el nuevo Orriols está en condiciones de albergar partidos mientras se finiquita la fase 1 de las obras, pero lo que busca el equipo de Paco López es poner punto y final a la fatídica racha de cinco partidos y mes y medio sin ganar. En frente estará un Alavés que empezó La Liga con mal pie pero que, con peores sensaciones que las granotas, ha conseguido levantarse a base de puntos.
Eso es precisamente lo que no pueden hacer esta tarde los babazorros: llevarse puntos de Valencia. El técnico levantinista reforzó una vez más su idea de confianza y positivismo para salir del bache. El de Silla quita presión a sus futbolistas al tiempo que esquiva dramas, pero sabe que la mejor manera de ahuyentar a impacientes es ganando. A Paco López le gusta la normalidad. Así, normal, es como ha pasado una semana importante para el devenir del Levante en este campeonato y esa es su clave para conseguir que el equipo no se caiga.
Sin embargo, la sensación es que, a jornada 9, las finales se adelantan en casa granota. Después del Alavés, visitará el Elche el Ciutat antes del parón, y después Valladolid y Getafe pondrán el broche a un rally de encuentros ante rivales que marcarán la salida del pozo. Es por eso que el partido de esta tarde es una examen que solo puede tener un resultado: la victoria... aunque no como sea. El ADN y la materialización de las ocasiones que el equipo sí genera sigue ocupando lo más alto de la mente del cuerpo técnico.