ELCHE. El fútbol tiene aficionados que cambian de opinión con facilidad. Todas son libres, pero hay quienes rozan la radicalidad. Con equipos, entrenadores y jugadores. Por ejemplo, un futbolista puede pasar de recibir críticas como el mayor de los "paquetes" a alabanzas como un "máquina" en un espacio corto de tiempo. Un mes, una semana, un día e incluso durante un partido.
Sory Kaba ha vivido esa compleja situación en los 15 últimos días. En favor del Elche, ha cambiado las valoraciones para bien. A base de goles: cinco en las cuatro últimas jornadas, con dos dobletes seguidos, uno salvador como revulsivo en Extremadura. Rendimiento que le coloca como uno de los ‘pichichis’ de Segunda, anotando de seis de los siete goles franjiverdes en Liga.
En la visita al Real Oviedo, guineano falló cuatro ocasiones, algunas claras. Cobraron fuerza las ideas de que es un delantero sin nivel para Segunda A y con una definición deplorable. Ahora, se ha convertido en un delantero de primer nivel para la categoría, que ha cogido una considerable repercusión a nivel nacional, que menos mal que le han renovado e incluso habrá quien tema que se lo lleven en enero. De paquete a máquina.
Cuando erró tanto en el Carlos Tartiere, había quien pedía que tuviera su dosis de banquillo e incluso de grada. Incluso leí un tuit en el que pedían que cogiera un avión sólo de ida al hemisferio sur. Dos semanas después, lamentos porque se perderá el encuentro ante el Deportivo por marcharse con su selección. Algunos que se lamentan hoy agradecerían hace un mes que Guinea Conakri le llamara y Pacheta no pudiera alinearle contra el Numancia, dando la alternativa a Benja o Nino. De paquete a máquina.