VALÈNCIA. La jornada de este sábado es crucial para el Levante si quiere optar, hasta el último suspiro de la liga regular, a asaltar las posiciones de ascenso directo. Los de Javi Calleja, de hecho, podrán dormir acomodados en la segunda plaza pese a sus últimos cuatro tropiezos. Además, este fin de semana hay enfrentamientos directos a los que también habrá de mirar el levantinismo: el Albacete - Cartagena se juega inmediatamente después, y el Granada-Eibar, el domingo. No serán los últimos duelos entre aspirantes que le quedan al calendario, pero el Alavés sí es el único que resta por pasar frente al Levante, que tendrá que vencer para mantenerse vivo y, de paso, ganarle el 'goalaverage' particular a otro oponente de solera. 

Las sensaciones del equipo en el verde no invitan al optimismo, pero sí el hecho de llevar la delantera con la mayoría de rivales directos en caso de que a final de Liga se dé un empate a puntos. Eso sí, no con todos. En España, el desempate en el campeonato doméstico una vez concluído -no durante el mismo- lo determina el enfrentamiento directo entre los implicados a ida y vuelta, sin contar por doble los goles anotados a domicilio. Si este capítulo también permanece en tablas, el siguiente criterio es el average general. Y el siguiente, úncamente los goles a favor. 

Con la normativa en la mano, hoy el Levante comandaría cualquier empate a puntos final, excepto con Las Palmas. El 0-0 en Gran Canaria deja igualado el cara a cara -en Orriols, Cardona hizo el 1-1 en el último segundo-, pero los de García Pimienta tienen, por ahora, una diferencia de goles general más positiva que el conjunto granota. Las Palmas, con +16, aventaja en tres tantos al Levante, por lo que si hoy acabara el campeonato clasificaría por delante de los valencianos, dejándoles fuera del posible ascenso directo u otorgándoles una plaza inferior, clave en un playoff donde sí cuenta la clasificatoria final, en el emparejamiento y en el imponente factor de que, en caso de empate en la eliminatoria con prórroga, el pase se lo lleva el mejor clasificado. Es decir, no habría tanda de penaltis.