VALÈNCIA. Esperar a que Vezo llegue para el partido del sábado ante el Cádiz. Por ahí pasa el rompecabezas que ahora mismo tiene Alessio Lisci en su línea de centrales después de que el portugués se haya perdido los primeros entrenamientos de una semana que arrancó con la notificación del Levante de un positivo por coronavirus más en el primer equipo. Si el luso no llega a la cita, aunque sea in extremis, el cuadro granota tiene un problema serio, con Mustafi en el dique seco y Duarte recién caído en la enfermería. Alessio se la tendría que jugar con los dos centrales con menos minutos de la plantilla: Róber Pier y Sergio Postigo, que la pasada jornada jugó sus primeros 20 minutos tras salir de lesión.
Eso si el italiano arma, de nuevo, una línea de cuatro hombres en retaguardia después de que, ante el Mallorca, en la primera victoria del curso, se viese obligado a dibujar una defensa de tres centrales. Fue una idea improvisada, porque el Día de Reyes se dio el positivo de De Frutos y Clerc en antígenos y, a poco más de 24 horas del encuentro, el club notificó la ausencia definitiva de tres piezas del plantel -también cayó Pablo Martínez-. Los planes cambiaron sobre la marcha en la mente de un cuerpo técnico granota que rehizo sus ideas en tiempo récord... Y la línea de cinco en defensa terminó rindiendo. Pero ya aseguró el entrenador que ese sistema no ha venido para quedarse. Máxime cuando Morales y De Frutos están sanos y listos para ser de la partida contra el Cádiz.