ALICANTE. Como "un punto muy trabajado" definía Ángel Rodríguez el obtenido por los suyos este domingo ante el Manresa, en un choque en el que jugaron 45 minutos en inferioridad numérica (30 de ellos con dos hombres menos).
El preparador leonés no dudó en mostrase crítico con los arbitrajes: "Llevamos dos o tres arbitrajes de los que hemos salido perjudicados [...] pitar aquí parece más fácil", decía para, a continuación, entrar a valorar las dos acciones polémicas de la tarde-noche, mostrándose contrariado con la decisión del maño David Ruiz Esquinas de "dejar jugar y luego pitar", después de que 'Maxi' Ribero y Noah Baffoe se quedasen "enzarzados con las piernas". Rodríguez, quien puntualizaba que su futbolista aseguraba no haber cometido falta ("Dice que no hay agresión"), manifestaba que no terminaba de ver lo que había considerado punible el árbitro o su asistente en esa jugada, mientras que de la expulsión de Joan Truyols llegaba a responsabilizar al árbitro por "haber dejado jugar y no cortado las faltitas" antes.