ALICANTE. A tres semanas para que se abra la ventana de fichajes de invierno el técnico del Hércules hacía públicos sus deseos de cara a la misma.
En la comparecencia de prensa previa al choque ante el Peña Deportiva de este domingo, Rubén Torrecilla se mostraba (una vez más) satisfecho con la plantilla que tiene, pero no por ello escondía que es mejorable en alguna posición y apuntaba a cuáles: por un lado, venía a recordar que en verano se quedó sin un central polivalente, capaz de desenvolverse como pivote e incluso en el lateral; al tiempo, como sus antecesores en el cargo y ante los problemas físicos reiterados del bueno de 'Nico' Espinosa, señalaba a la posibilidad de firmar a un futbolista que aporte el desborde por banda que se pierde cuando no está el canterano (quien, por cierto, va a pelear el alta competitiva de cara al encuentro ante el Badalona, aunque en el club tratan de frenarle), pero también sea capaz de jugar como segundo punta. "Un extremo diferencial que también pueda jugar como segunda punta", decía antes de insistir en que lo que venga ha de ser "joven y con hambre".
El Hércules cerró la ventana de fichajes de verano con una licencia sénior disponible, por lo que ahora podría fichar a un futbolista mayor de 23 años sin conceder una baja. Ha tenido (tiene todavía) la opción de aprovecharla con un 'parado', pero la oferta de ese 'mercado' no satisfacía las exigencias del club (que, además, solo puede firmar futbolistas en situación legal de desempleo con permiso de residencia, ya que no puede tramitárselo al mantener una deuda en situación irregular con la Agencia Tributaria).
Si desea incorporar a dos futbolista y ambos son sénior sí tendría que conceder una baja (el central Sergi Molina es el señalado para hacer sitio) o arrinconarlo en el Hércules B (como hizo con Dylan Leiva en enero pasado). Ahora bien, si desea reforzarse con un sénior y un sub-23, no estaría obligado a tomar una decisión traumática, pues además de la licencia sénior vacante, tiene la opción de darle al sub-23 directamente licencia del Hércules B o hacer lo propio con el sub-23 que la libera en la primera plantilla: al ser un equipo dependiente y no un filial, el futbolista sub-23 podría jugar cuantos partidos quisiera a las órdenes de Torrecilla (el delantero Diego Lorenzo es un ejemplo de lo anterior), no así de ser sénior (lo que ocurría con Leiva).
'Samu' Vázquez
