VALÈNCIA. El Valencia Basket visita este viernes la pista del Zalgiris Kaunas en un encuentro en el que, tras tres derrotas seguidas con malas sensaciones, buscará mejorar su imagen y lograr un triunfo por si otros resultados hicieran que aún le quedara una mínima opción de pelear por estar en los cuartos de final.

El equipo de Álex Mumbrú había vuelto a conseguir engancharse a esa batalla pero las derrotas en las pista del AS Mónaco y del Estrella Roja, este mismo miércoles, le han relegado a la décimo tercera posición, ya con dos victorias menos que el octavo y cuando sólo faltan cuatro partidos para el final de esta fase regular.

Entre ambas derrotas, el equipo cayó también en la pista del Casademont Zaragoza en la Liga Endesa. En los tres encuentros, el equipo ha cedido la iniciativa a su rival, ha recibido cerca de noventa puntos y ha habido al menos un cuarto en el que se ha desconectado del choque.

Todos esos factores los debería mejorar para optar a un triunfo ante un rival, que es noveno pero que está con las mismas 16 victorias que el octavo y que por tanto sí está muy metido en esa pelea y más tras ganar este miércoles al Mónaco.

En el choque en la Fonteta, el equipo lituano se impuso por 76-80 por lo que el Valencia debería ganar por más de esos cuatro puntos para asegurarse quedar por delante en el caso de acabar finalmente ambos equipos en un empate directo con el mismo número de triunfos.

El técnico, que mantiene las bajas de Sam Van Rossom, Millán Jiménez y Klemen Prepelic, se ha llevado a trece jugadores a esta mini gira por lo que deberá descartar a uno. En el choque de Belgrado descartó a Kyle Alexander y apenas jugó ocho segundos Shannon Evans y por un error en el quinteto inicial.