VALÈNCIA. No es la primera vez que ocurre. Hace poco menos de un año el Levante ya corrió sobre la bocina para inscribir a sus futbolistas antes de la primera jornada de Liga, en Primera División, ante el Cádiz. Entonces había alguna incógnita, como la de Morales, que durante el curso anterior había renovado, cambiado de contrato y, por tanto, visto cómo su ficha necesitaba de ser registrada de nuevo en La Liga. No obstante, en agosto de 2021 el club sí pudo desenroscar la soga que apretaba su gaznate. El imperativo de venta era de más de 16 millones de euros, pero el aterrizaje del fondo de inversión CVC y la prórroga de La Liga por los efectos de la pendemia relajaron un panorama ajustado a nivel general. Paco López pudo empezar la temporada con todos -los que contaban- disponibles aquel 14 de agosto.
No ha sido el caso de este 2022. La situación en torno al Límite de Coste de Plantilla Deporitva, más severa esta vez, impidió inscribir algunas fichas. El caso más marcado, el de Joan Femenías. El portero balear fue convocado por Nafti, pero finalmente no pudo ser registrado. Saltó a calentar junto a Dani Cárdenas y Pablo Cuñat, pero fue el meta del filial, de 20 años y que no ocupa ficha de primer equipo, quien se sentó finalmente en el banco para ser la alternativa por si se constipaba el de Terrassa. Tanto es así que el propio Femenías publicó un mensaje en redes sociales deseando que "se solucione todo pronto".