VALÈNCIA. El Levante es feliz. Casi todo sale bien en Orriols. Un inicio de curso notable, un vestuario que aporta y, pese a un tambaleante mercado de fichajes que ha seguido mermando el valor de la plantilla, un aura de prosperidad que contrasta con la realidad económica del club. Es el sentir previo al encuentro de esta tarde frente al Eldense. Si la pelota entra, los problemas de los despachos no desaparecen, pero sí parecen quedar en un segundo plano para una parroquia granota que espera ver la primera victoria de los suyos en casa esta temporada. Con 8 puntos de 12 posibles, y con solo un encuentro disputado en el Ciutat, el bagaje es muy positivo. Tanto, que Julián Calero se marchó más que satisfecho de Cartagena a pesar de haber vuelto a sufrir para amarrar el triunfo.
Pero este Levante tiene oficio y pocas fisuras. Las que encuentra, al menos, se pierden entre el bosque de positivismo que Calero ha llevado a un vestuario en que incluso los más afligidos han vuelto a sonreir. Morales marcó el pasado domingo y hoy se espera que su semblante serio y su desapercibida actuación ante el Cádiz en Orriols pasen a la historia. Quizá el Comandante tenga que luchar mucho más para convencer de nuevo a los más decepcionados, pero en Cartagonova empezó, por fin, a cocinar su redención.
El '11' apunta, de nuevo, a ser titular en una alineación que, a priori, presentará pocas novedades. Iborra podría entrar por Kocho, que solo ha completado dos entrenamientos tras jugar casi todos los minutos de las dos citas de Nations League en la pasada fecha FIFA. La acumulación de minutos del georgiano le relegará probablemente al banco, aunque sea el futbolista de moda en Orriols. También se ha alumbrado la duda de Pablo Martínez en las últimas horas. El resto de integrantes en el once, podrían ser los mismos que conquistaron tierras murcianas hace una semana.