VALÈNCIA. La ilusión se mide por barrios. Y en Orriols, ahora mismo y tras alcanzar los cuartos de final de Copa con una buena actuación –con matices- en Pucela, la emoción ha subido varios grados después de la decepción del empate en el Ciutat ante el Valladolid. Sin volverse loco, ni mucho menos, el Levante tiene esta tarde ante sí el reto de poner la cara ante un Real Madrid que no vive en su mejor momento y al que le plantó cara, pese al resultado, en el duelo de ida de La Cerámica.
Entonces los de Zidane, hoy más cuestionado que nunca en el banquillo merengue, ganaron 0-2 pero pasaron serios apuros para no ceder un empate de justicia ante los de Paco López. El de Silla, por aquellos inicios de noviembre, contaba con tres bazas que hoy no tiene disponibles: Campaña en la medular, Vukcevic en el ancla y un De Frutos que no atravesaba el nivel de confianza con el que actualmente se desenvuelve. El sistema del técnico valenciano también era diferente: entonces Morales acompañaba a Roger en punta y no caía específicamente a la banda.
El acompañante más asíduo del delantero de Torrent es ahora un Dani Gómez que vuelve a Valdebebas, donde le vieron crecer. También lo hará Melero, que ya sabe lo que es marcar a los blancos. Y, con ellos, las rotaciones dispuestas en Valladolid pasarán a convertirse en alineación de gala con lo que hay. Presumiblemente, Duarte volverá a la titularidad en la zaga junto a Vezo – el costarricense se está ganando un sitio en el top of mind de su entrenador-, Clerc regresará a buen seguro al carril izquierdo, y el derecho queda para el debate Coke-Miramón.
Malsa podría volver al centro del campo, pese a jugar todo el encuentro copero pero despojarse de parte de las malas sensaciones mostradas en el último mes, y el capitán de la nave será Radoja en la medular. Sin De Frutos y con Bardhi acumulando ritmo de competición, el macedonio podría volver a probar las mieles de la titularidad en Liga ante un Madrid contra el que, por cierto, fue el mejor en aquel choque de la quinta jornada. Mientras, en la otra banda actuará Morales, junto a la pareja de atacantes habitual. Es lo más parecido a un once de gala que puede diseñar Paco López, siempre con Aitor inamovible bajo palos.