VALÈNCIA. El Levante ha vuelto a estancarse. A pesar de arrancar el año como el equipo en mejor estado de la Segunda División, los de Javi Calleja volvieron a frenar su avance en seco con un empate a nada frente a un Tenerife sumergido en la mitad de la tabla. Casi dos meses acumula ya sin ganar el conjunto canario que, con un hombre menos desde el 80, supo aguantar en Orriols e incluso mereció, con dos oportunidades que se estrellaron en los palos, llevarse los tres puntos a la isla. Con las nuevas tablas, la realidad es que el Levante se mantiene todavía sin perder -enlaza siete citas sin conocer la derrota- en 2024. Su último tropiezo ocurrió en Eibar y todavía era noviembre... Entonces la figura del entrenador fue directa al disparadero después de tres siniestros consecutivos. 

No es el caso actual. Si dos meses atrás el club transmitió al exterior confianza en el técnico para revertir un espinoso camino de malos resultados, ahora, sin derrotas, Javi Calleja no salta a la picota. Sí estuvo en entredicho tras los 'palos' de Racing y Eibar, pero hoy se mantiene en pie a expensas de que las dificultades de arranque de su equipo sigan trabándole en la carrera por el ascenso. Porque el Levante continúa en la pomada: con 37 puntos, ha salido de las plazas de promoción, pero sigue a cuatro del segundo escalón de la tabla. Eso sí, es esa la misma distancia que separa a los granotas de la décimo tercera posición. Es decir, lo efímero de la bonanza de todos los equipos de la categoría es lo que parece sostener viva la llama en el seno del club, pero también es lo que podría hacer caer a Calleja en caso de concatenar malos resultados.