VALÈNCIA. La operación salida es la prioridad de las prioridades en el Levante y uno de los nombres subrayados en las agendas de Orriols en este capítulo es el de Rubén Vezo. El central portugués ha perdido durante la recién acabada temporada su condición de primera espada en la zaga de Paco López y el club quiere darle salida por su comportamiento dentro del vestuario. Además, Vezo es el zaguero con más cartel que tiene ahora mismo en nómina la entidad granota y el que más papeletas acumula para hacer las maletas, mientras las conversaciones por la renovación de Postigo sigue por buen camino, aunque desde hace meses –antes de concluir el curso-.

La venta del luso, que tiene contrato con el Levante hasta 2024, supondría en principio entrada de efectivo en las arcas granotas de cara a cuadrar el necesitado Fair Play Financiero levantinista. Eso sí, obligaría a la secretaría técnica a peinar también el mercado de centrales e incluir entre sus prioridades la mejora del eje central. Ahora mismo, con las salidas de Toño y Sergio León en la recámara, las posiciones preferentes a reforzar son el lateral izquierdo y un acompañante para Roger en el frente de ataque. Para ello, el clásico ‘dejen salir antes de entrar’ se antoja necesario y en el caso de Vezo, más de lo mismo. Aún así, la intención es deshacerse del de Setúbal por su indisciplina.

Una posición a debate desde el pasado verano

La línea de centrales es precisamente un puesto que se descartó apuntalar durante la pasada ventana de transferencias estival. Manolo Salvador y David Navarro salieron al paso para defender a sus zagueros y ya desde el inicio de la campaña el debate de la defensa estuvo abierto de par en par. Con las cuatro incorporaciones del verano pasado cerradas y en un final de mercado de 2020 acentuado también en el apartado salidas –se acometieron rescisiones como las de Manzanara en las últimas semanas, cesiones como las de Arturo Molina y la salida de Hernani con la persiana ya cerrada en España- firmar un central nunca fue una prioridad.