VALÈNCIA. El CD Castellón logró el domingo el ascenso a Segunda División B al ganar por 1-0 al Portugalete tras permanecer siete años en Tercera como consecuencia del descenso administrativo que sufrió en el verano de 2011 por impagos a sus futbolistas.

El ascenso ha llegado 2.540 días después del descenso y le permite al club incrementar sus posibilidades de salvación tras haber estado en varias ocasiones cerca de la desaparición y que llega tras haber eliminado en la fase de ascenso al Tropezón, Sant Andreu y Portugalete.

En la liga regular el conjunto "orellut" finalizó en segunda posición tras una temporada que tuvo un inicio irregular, lo que provocó la destitución de Frank Castelló y que mejoró con el ascenso al primer equipo desde el filial de Sergi Escobar.

Una temporada en la que a nivel de afición, la hinchada castellonense ha mostrado ser de superior categoría, al haber alcanzado los 12.867 abonados, lo que supone el récord de socios de la categoría a nivel nacional.

Precisamente en el partido final ante el Portugalete, Castalia presentó un lleno total de su aforo con 15.500 espectadores en las gradas.

El ascenso se ha producido cuando justo hace un año de la llegada al club del presidente, Vicente Montesinos, acompañado por los futbolistas Ángel Dealbert y Pablo Hernández, que han dado un vuelco de 180 grados al club en todos los aspectos y que han situado los cimientos para garantizar el futuro de la entidad.

Este mismo mes de junio se ha producido la llegada de un nuevo grupo inversor que se apoyará en los dirigentes actuales para regir al club.

Lo encabeza José Miguel Garrido, ex presidente del Albacete, que ha depositado alrededor de un millón de euros en la ampliación de capital con los que hacer frente a los pagos con Hacienda ante la deuda que el Castellón tiene con la Agencia Tributaria.

Tras este ascenso, el Castellón se situará a un solo paso del fútbol profesional, objetivo que la entidad se ha marcado alcanzar en el año 2022.